El lunes se conocerá la sentencia a los 8 rugbiers que atacaron a golpes y asesinaron a Fernando Báez Sosa a la salida de un boliche en Villa Gesell hace tres años.
El lunes se conocerá la sentencia a los 8 rugbiers que atacaron a golpes y asesinaron a Fernando Báez Sosa a la salida de un boliche en Villa Gesell hace tres años.
Sus abogados, Fernando Burlando y Facundo Améndola, pidieron la condena más fuerte para todos ellos: la cadena perpetua. Pero habrá que esperar al lunes para ver que determinan los jueces a cargo de la causa.
Antes de esto, Améndola dio una entrevista para el programa de Jorge Rial de C5N y se animó a decir que piensa realmente de los 8 acusados.
Diego Brancatelli, panelista del ciclo, trató al letrado de “soberbio” por sugerir que las familias con hijos con conductas agresivas busquen un psicólogo.
Entonces, Améndola contestó: “Ninguno llamó a sus padres y le dijo ‘Che, viejo, me mande una cagada. Matamos a un tipo nos queremos morir’. ¿Sabés qué hicieron? Dijeron: ‘¡Matamos a uno! ¡Somos los demoledores! ¡Vamos al centro a premiar!’”.
“Fernando, Dios quiera que esté en la gloria, se metió con un hijo de mil puta como es Thomsen que juró que lo iba a matar, lo señaló con el dedo, se cruzó la mano por la garganta y lo fue a esperar”.
“Lo emboscaron, estuvieron siete minutos al rededor del pibe, esperaron que la policía se fuera y lo molieron a palos hasta que lo dejaron muerto en el piso ¿Entonces de qué me estás hablando? Ninguno de esos ocho puede ser hijo mío. Ninguno”, indicó Facundo.
El próximo lunes se conocerá la sentencia del Tribunal Oral de Dolores sobre la pena que les cabera a los 8 rubgiers imputados por el crimen de Fernando Báez Sosa.
A tres años del asesinato del joven a la salida de un boliche en Villa Gesell, los acusados comienzan a sentir que serán condenados e hicieron un cambio de su estrategia.
Pidieron biblias y hasta la visita de un pastor, para que los envíen a un pabellón evangelista y la llegada a la cárcel no sea tan fuerte.
Pero, pese a esto ellos no están bien y el que estuvo a punto de quebrarse fue Enzo Comelli en pleno juicio.
“Sinceramente, quiero pedir disculpas a la familia de Fernando, también a mi familia y a todas las personas que fueron afectadas. Lamentablemente, por este hecho aberrante, en el que, como dijeron mis amigos, falleció una persona de nuestra edad que tenía toda una vida por delante. De verdad, le quiero dar mis sinceras disculpas a todos los involucrados, que no fueron solo nuestras familias y la familia de Fernando, sino cada una de las personas que dieron testimonio y pasaron este calvario. Quiero agradecer por este espacio, siempre voy a estar a su disposición”, sostuvo tras el alegato de su abogado Hugo Tomei.
Pero esto no fue suficiente, y en las últimas horas el presunto asesino pidió asistencia psicológica.
No es la primera vez que uno de los imputados pide asistencia psicológica. El 23 de enero, previo a la jornada de los alegatos, Máximo Thomsen también solicitó esto al juzgado y también lo atendió un profesional.