Historia de vida

La sorprendente historia de la joven de 27 años que descubrió un cáncer mortal después de una limpieza facial

Se encontraba preparándose para un viaje a San Pablo cuando decidió someterse a una limpieza facial para asear sus poros y reducir la grasa en su rostro. Nunca imaginó que este procedimiento le ayudaría a descubrir que tenía un cáncer de piel.
La sorprendente historia de la joven de 27 años que descubrió un cáncer mortal después de una limpieza facial

La sorprendente historia de la joven de 27 años que descubrió un cáncer mortal después de una limpieza facial

Daiane Lima, una joven brasileña de 27 años, se encontraba preparándose para un viaje a San Pablo cuando decidió someterse a una limpieza facial para asear sus poros y reducir la grasa en su rostro. Nunca imaginó que este procedimiento le ayudaría a descubrir que tenía un cáncer de piel.

Lima cuenta que se hace limpiezas faciales con regularidad y, a mediados de 2022, programó una sesión con una esteticista de Erechim, ciudad donde vive. Después del proceso, notó que la zona cercana a su nariz estaba sensible y, aunque supuso que se debía a que le habían quitado un punto negro, empezó a usar una pomada cicatrizante. En las semanas siguientes, la herida cicatrizó, pero luego no desapareció del todo y permaneció durante algo más de un mes. Fue después de un sangrado cuando decidió pedir cita con un dermatólogo.

Debido a que no tenía seguro médico, la joven, que trabaja por cuenta propia, tuvo que utilizar sus ahorros para pagar una consulta privada. En la primera visita al médico surgió la sospecha de que aquella llaga en la nariz que no se curaba podía ser, en realidad, un cáncer de piel. El resultado de la biopsia confirmó que Lima tenía un carcinoma basocelular, un tipo de cáncer de piel, y que debía someterse a una intervención quirúrgica para extirparlo.

En enero pasado, se sometió a la intervención y le extirparon parte de la piel de la cara para extraerle el tumor. Necesitó 27 puntos de sutura y estuvo de baja dos meses. El diagnóstico también hizo que la joven aplazara el último semestre de la carrera de Historia.

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“Mi vida cambió por completo de un día para otro. No se trata solo del diagnóstico, sino de todas las consecuencias que conlleva. Además de paralizar la universidad y el trabajo, también está la cuestión de que afecta la autoestima, sobre todo porque mi cáncer está en la cara, un lugar muy visible”, relata. Además de la marca en la piel, Lima cuenta que el cáncer también le provocó una crisis de ansiedad y depresión.

“Mi autoestima se acabó. No podía mirarme al espejo y evitaba salir a la calle. Todo el mundo me preguntaba qué había hecho y por qué tenía una cicatriz. No salí de casa durante mucho tiempo porque no quería que me vieran. Por no hablar de que la gente hace bromas que me hacen daño, como llamarme gorda. No tienen ni idea de por qué mi cuerpo está así”, dice, señalando que los medicamentos la llevaron a engordar.

Este caso muestra la importancia de la detección temprana del cáncer de piel y cómo una limpieza facial rutinaria puede ayudar a descubrirlo. También destaca los efectos físicos y emocionales que pueden tener las personas que enfrentan esta enfermedad y cómo puede cambiar sus vidas de manera significativa.

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¿Qué es el carcinoma basocelular y cuál es su tratamiento?

El carcinoma basocelular es un tipo de cáncer de piel que se origina en las células basales de la epidermis, la capa superior de la piel. Este tipo de cáncer puede aparecer en cualquier parte del cuerpo, pero es más común en áreas expuestas al sol, como la cara, el cuello y las manos.

El carcinoma basocelular suele crecer lentamente y, en la mayoría de los casos, es curable si se detecta y se trata a tiempo. Sin embargo, si se deja sin tratamiento, puede invadir tejidos y estructuras cercanas, como los huesos, los músculos y los nervios, y causar daños permanentes.

El tratamiento del carcinoma basocelular depende de la extensión y la ubicación del tumor. En general, los tratamientos más comunes son la extirpación quirúrgica, la radioterapia y la terapia tópica, que consiste en la aplicación de una crema o un gel en la piel afectada.

La extirpación quirúrgica implica la eliminación del tumor con un margen de piel sana alrededor. Si el tumor es grande o está ubicado en una zona delicada, como la nariz o la oreja, es posible que se requiera la reconstrucción de la piel con un injerto o un colgajo.

La radioterapia se utiliza principalmente cuando la cirugía no es posible o cuando el tumor es recurrente. Consiste en la aplicación de radiación en la zona afectada para destruir las células cancerosas.

La terapia tópica implica la aplicación de una crema o un gel que contiene sustancias que destruyen las células cancerosas. Este tratamiento se utiliza principalmente para tumores pequeños y superficiales.

En todos los casos, es importante seguir las recomendaciones del médico y realizar un seguimiento regular para detectar cualquier signo de recurrencia o aparición de nuevos tumores. Además, es fundamental tomar medidas preventivas para evitar la exposición al sol y proteger la piel con ropa y protector solar.

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