Hablar claro también es una forma de sanarse
No se trata de decirlo todo ni de explotar. Se trata de revisar la forma en que te expresás. ¿Estás hablando desde el enojo, desde el ego o desde la necesidad real de conectar?
Este tránsito puede traer confusiones, malentendidos, pero también puede abrir caminos nuevos si te animás a escuchar más allá de lo literal. Lo emocional va a estar a flor de piel. Y por eso mismo, cada palabra va a pesar más.
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A veces, lo que no decís también habla por vos. Foto: Internet/mercurio retrógrado.
SIGNOS QUE SENTIRÁN MÁS FUERTE ESTE MERCURIO RETRÓGRADO
Leo
Te toca de lleno. No todo gira a tu alrededor… pero esta vez sí. Este Mercurio retrógrado te enfrenta con tu necesidad de ser escuchado, validado y amado. ¿Estás diciendo lo que realmente te pasa o solo lo que querés que escuchen?
Sagitario
Te cuesta frenar, pero este tránsito te va a obligar. Hay ideas que necesitan madurar antes de salir. Revisá promesas, planes y decisiones tomadas desde la euforia. No todo lo que brilla es dirección.
Cáncer
Las emociones no se explican, se sienten. Pero este Mercurio puede hacer que te cueste hasta eso. Se activan temas de familia, pertenencia, raíces. No respondas desde la herida.
Tauro
Viejas palabras resuenan en tu cuerpo. Conversaciones que aún duelen, silencios que pesaron. Este tránsito te invita a soltar la rigidez y decir lo que callaste. Pero con amor.
PREGUNTAS FRECUENTES
¿Qué significa que Mercurio esté retrógrado?
Es un tránsito en el que el planeta “parece” retroceder desde la Tierra. Simbólicamente, invita a revisar, reevaluar, reenfocar y pausar. Se complican la comunicación, los viajes, los contratos y los vínculos cotidianos.
¿Cómo afecta este Mercurio retrógrado en Leo?
Leo es un signo de fuego, emocional, expresivo y muy vinculado al deseo. Este tránsito puede intensificar las discusiones, el ego herido y la necesidad de reconocimiento. Se reactivan viejas conversaciones, vínculos y emociones no resueltas.
¿Qué hacer (y qué evitar) durante este tránsito?
Evitar decisiones impulsivas, compras grandes, firmar documentos importantes o confrontar sin pensar. En cambio, es ideal para repensar, reescribir, revisar y reconectar con lo que quedó sin cerrar.