Algunos tipos se consideran de bajo riesgo y provocan verrugas genitales. Otros, como el VPH-16, se clasifican como alto riesgo oncogénico por su vínculo con distintos tipos de cáncer: de cuello uterino, pene, ano, vulva, vagina y garganta.
En la mayoría de los casos, el organismo elimina el virus de manera natural. Cuando persiste, aumenta la probabilidad de cambios celulares con potencial cancerígeno. La prevención incluye vacunación, uso de protección y controles médicos periódicos.
Cómo se transmite el VPH durante el sexo oral
El contagio ocurre cuando una persona entra en contacto con mucosas o fluidos infectados. Las pequeñas lesiones o microcortes en la boca facilitan la entrada del virus. Aunque muchas infecciones no generan síntomas y desaparecen sin intervención, otras permanecen durante años y pueden alterar el tejido celular.
Datos de los CDC (Centros para el Control y Prevención de Enfermedades, EE.UU.) indican que un 10% de los hombres y un 3,6% de las mujeres presentan infección oral por VPH en algún momento. El cáncer solo se desarrolla en una minoría, pero la probabilidad aumenta si el virus persiste.
Los estudios que advierten sobre el cáncer de garganta
cancer-de-garganta-sexo-oral
Investigaciones recientes establecen una relación directa entre el sexo oral y el cáncer orofaríngeo, mediada por el VPH.
El PROVE Project del hospital Johns Hopkins identificó un riesgo 2,5 veces mayor de cáncer de garganta en personas con más de cinco parejas sexuales orales. El consorcio internacional INHANCE observó un aumento considerable del riesgo en quienes tuvieron cuatro o más parejas sexuales orales.
Otra investigación en Canadá señaló que iniciar la práctica del sexo oral antes de los 16 años eleva significativamente el riesgo. Ese vínculo se debilita al controlar la presencia del virus, lo que refuerza su papel central en la aparición del cáncer.
Un metaanálisis con más de 5000 personas confirmó que el sexo oral no actúa como causa directa del cáncer, pero sí como un marcador de exposición al VPH y a ciertos patrones de comportamiento sexual.
¿El sexo oral provoca cáncer?
No de forma directa. El sexo oral, por sí solo, no origina la enfermedad. El riesgo surge cuando ocurre infección por VPH y esa infección no se elimina del organismo, manteniéndose activa durante años.
El riesgo se incrementa en personas con múltiples parejas sexuales, en quienes inician la actividad sexual en edades tempranas, en varones heterosexuales (más propensos a infecciones orales por VPH) y en personas con mala salud bucal o lesiones frecuentes en la cavidad oral.
Cómo reducir el riesgo de contraer VPH
Existen estrategias efectivas para reducir el riesgo de infección y enfermedad.
La vacunación contra el VPH representa la principal herramienta de prevención. Las vacunas disponibles protegen contra los tipos más peligrosos del virus. La indicación habitual apunta a la adolescencia, aunque también puede aplicarse en la adultez, según criterio médico.
El uso de protección durante el sexo oral, como preservativos y barreras de látex, ayuda a reducir la transmisión. Mantener una buena salud bucal evita lesiones que podrían facilitar el ingreso del virus. Evitar el tabaco y el alcohol también resulta clave, ya que ambos factores, en combinación con el VPH, aumentan el riesgo de cáncer orofaríngeo.
Síntomas del cáncer orofaríngeo
El cáncer de garganta puede avanzar sin síntomas en las primeras etapas. Cuando aparecen, los signos más comunes incluyen dolor persistente de garganta, dificultad al tragar, cambios en la voz, bultos en el cuello y lesiones orales que no cicatrizan.
Ante cualquier síntoma que persista más de dos semanas, se recomienda una evaluación médica inmediata.
En las últimas dos décadas, países como Estados Unidos y Reino Unido registran un aumento marcado de casos de cáncer orofaríngeo vinculado al VPH. La tendencia se observa especialmente en hombres menores de 50 años, sin antecedentes de tabaquismo ni consumo excesivo de alcohol.
Este cambio en el perfil de riesgo señala al VPH como un factor clave. Y en ese contexto, el sexo oral sin protección aparece como una vía significativa de transmisión.