La química entre los protagonistas, interpretados por Alba August y Lucas Lynggaard Tønnesen—a quien muchos recordarán por su papel en 1899—es uno de los puntos más fuertes. Como en El Eternauta, el grupo de sobrevivientes que encuentran en su camino se convierte en una nueva familia, no elegida pero necesaria. Y ese vínculo forzado da pie a los conflictos más potentes de la historia.
Lo que hace especial a The Rain es que, aunque el contexto sea oscuro, nunca abandona la emoción. Como en El Eternauta, lo importante no es solo el desastre en sí, sino cómo reacciona la humanidad ante lo irreversible. En ambas series, los personajes enfrentan amenazas externas—virus, nieve tóxica, seres desconocidos—y tensiones internas: traiciones, pérdidas, secretos. La ciencia se convierte en un arma de doble filo, y la política, en un actor siempre presente aunque silencioso.
Tres temporadas, un final que divide y mucho para reflexionar
Con solo 20 episodios, The Rain ofrece un recorrido completo. La serie comienza con un tono claustrofóbico, centrado en la supervivencia inmediata, pero va creciendo en complejidad a medida que avanza. La segunda temporada explora las tensiones entre ciencia y ética, mientras que la tercera lleva todo al límite con decisiones definitivas. El final dividió opiniones, como suele pasar con las grandes distopías. Pero justamente ahí reside su valor: deja espacio para la reflexión.
Y es esa capacidad de provocar preguntas lo que hace que The Rain sea una hermana espiritual de El Eternauta. Ambas invitan a pensar en qué tipo de mundo estamos construyendo y qué tan frágiles son nuestras certezas. No se trata solo de sobrevivir, sino de entender qué significa seguir siendo humanos cuando todo lo demás desaparece.
Si te gustó El Eternauta, The Rain es tu próxima serie
Para quienes quedaron impactados por la nevada mortal, las criaturas alienígenas y la resistencia silenciosa de El Eternauta, The Rain representa una continuidad emocional. No es una copia, ni intenta serlo, pero comparte esa búsqueda de sentido en medio del caos. Y eso no es poco.
Porque al final, lo que une a estas dos series no es solo el género, sino una visión del mundo: uno en el que la tragedia puede sacar lo peor y lo mejor de nosotros. Uno donde el amor y la lealtad se ponen a prueba a cada paso. Uno donde, pese a todo, la humanidad insiste en encontrar un camino.