La escena que encontró el tío fue desoladora. Inmediatamente, dio aviso a la Policía, lo que movilizó a efectivos de la Comisaría Octava de La Plata, quienes arribaron al lugar y constataron la existencia de restos humanos en avanzado estado de descomposición sobre una de las camas.
La intervención judicial y el inicio de una investigación
Tras el hallazgo, la Justicia ordenó preservar la propiedad y comenzó una investigación formal. La causa quedó en manos de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) N° 7, que de inmediato caratuló el expediente como “averiguación de causales de muerte”. Al tratarse de un hecho tan inusual, también fue requerida la intervención del área de Casos Especiales, encargada de abordar delitos complejos o con características psicológicas y sociales atípicas.
Mientras tanto, el cuerpo fue trasladado a la morgue judicial para ser sometido a una autopsia que permita establecer con precisión la causa del deceso, el estado físico del cadáver, y si hubo o no algún tipo de intervención externa que pudiera sugerir un hecho delictivo.
¿Problemas psiquiátricos o miedo a las consecuencias?
A medida que avanza la investigación, la pregunta que todos se hacen es la misma: ¿por qué el hijo no denunció la muerte de su madre?. Las hipótesis que manejan las autoridades son varias, aunque aún no se ha establecido un móvil definitivo.
Fuentes judiciales indicaron que el hombre podría estar atravesando problemas psiquiátricos, una línea que será analizada en profundidad a través de pericias que ya fueron solicitadas. Según los primeros testimonios recolectados, el sujeto llevaba una vida reclusa, con escaso contacto social y sin vínculo con otros familiares.
No tenía trabajo, ni registro de atención médica reciente, y aparentemente vivía de la pensión de su madre, lo que abre una arista económica en el caso. La posibilidad de que haya continuado cobrando los haberes de la jubilada de manera fraudulenta está siendo evaluada por los investigadores.
El barrio, entre la incredulidad y el horror
Vecinos de la zona se mostraron sorprendidos y consternados por la noticia. “Siempre fue una casa muy cerrada. Rara vez veíamos a alguien salir o entrar”, relató una mujer que vive en la misma cuadra. Otro vecino comentó que había notado un olor extraño en los últimos meses, pero pensó que provenía de algún animal muerto o basura acumulada.
“Jamás imaginamos que había un cuerpo en descomposición en esa casa. Es algo de película de terror”, aseguró.
La casa, ahora custodiada por la Policía, se convirtió en una escena de interés forense. Personal especializado trabaja en la recolección de evidencia para intentar reconstruir la línea temporal de los hechos y verificar si hubo manipulación del cadáver o si se alteró alguna prueba.
¿Un caso aislado o un reflejo de abandono social?
Este caso genera también un debate más profundo en torno a la soledad, el aislamiento y las fallas en las redes de contención familiar y estatal. Que una mujer pueda morir en su propia casa, y que su hijo conviva con el cuerpo sin que nadie lo note durante casi tres años, plantea interrogantes sobre los sistemas de control, salud mental y vínculos familiares.
Especialistas en psicología consultados por medios locales señalaron que este tipo de conducta podría vincularse con trastornos como el duelo patológico, el síndrome de Diógenes o incluso cuadros psicóticos, aunque remarcaron que no es posible realizar un diagnóstico sin evaluaciones clínicas directas.
También remarcaron la importancia de que los organismos del Estado detecten este tipo de situaciones, sobre todo cuando hay jubilados que no tienen controles médicos frecuentes o que no retiran sus haberes por medios presenciales.
El rol de la ANSES y la posible estafa previsional
En paralelo, la Administración Nacional de la Seguridad Social (ANSES) fue notificada del caso, ya que existe la sospecha de que el hijo habría seguido cobrando la jubilación de su madre durante estos tres años. De comprobarse esta situación, se abriría una nueva causa por fraude al Estado, lo que podría agravar la situación legal del hombre.
El sistema previsional argentino prevé controles periódicos, como la llamada “fe de vida”, pero en muchos casos —especialmente cuando los pagos se realizan por medios bancarios automáticos— el control no es inmediato ni constante.
Una historia que recién comienza a desentrañarse
Por ahora, el hombre no se encuentra detenido, aunque permanece bajo evaluación médica y psicológica. La Justicia deberá determinar si está en condiciones de afrontar un proceso penal, o si su estado mental lo excluye de responsabilidad. También se está investigando si hubo encubrimiento, abandono de persona o malversación de fondos públicos.
La muerte de Marta Yolanda Durand, que durante años pasó inadvertida, hoy se convierte en una historia que interpela y estremece. Un caso que no solo habla de una tragedia familiar, sino también de una serie de ausencias: la del Estado, la del entorno, la de los vínculos.
Mientras las pericias avanzan y la causa judicial toma forma, La Plata se enfrenta al impacto de una historia que parece sacada de una novela negra, pero que ocurrió en pleno 2025, en un barrio como cualquier otro.