Consejos útiles para que la sopa de cebolla te salga espectacular
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Cuanto más tiempo se cocinen las cebollas, más dulces y sabrosas quedarán. No hay que apurarse: la clave está en la paciencia.
El vino blanco aporta un matiz ácido que equilibra la dulzura natural de la cebolla. Si no se dispone de vino, puede reemplazarse con una cucharadita de vinagre suave.
Se puede hacer una versión vegetariana usando caldo de verduras y sin queso.
Un plato que abraza
Más allá de su origen, la sopa de cebolla es un claro ejemplo de cómo la cocina simple, cuando se hace con dedicación, puede generar platos memorables. Ideal para acompañar una noche fría, para compartir en familia o simplemente para darse un gusto sin gastar de más, esta receta demuestra que las cebollas pueden ser mucho más que un ingrediente secundario. Solo necesitan tiempo, fuego bajo y un poco de amor.