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Cómo hacer focaccia casera: la receta italiana que enamora a todos

La focaccia es uno de los panes más fáciles y versátiles que se pueden preparar en casa. Con harina, agua, levadura, aceite de oliva y un buen tiempo de reposo, se consigue una textura aireada y un sabor irresistible. Te contamos cómo hacerla paso a paso.

Redacción A24
por Redacción A24 |
Cómo hacer focaccia casera: la receta italiana que enamora a todos

La focaccia es uno de los panes más representativos de la cocina italiana. Originaria de la región de Liguria, este pan plano, dorado y lleno de burbujas se convirtió en un clásico gracias a su sabor simple pero profundo, su textura aireada y su infaltable aroma a aceite de oliva.

focaccia

A diferencia de otros panes, la focaccia no requiere técnicas complejas de amasado ni equipos especiales. Solo hace falta paciencia para dejar que la levadura actúe y un buen aceite de oliva para darle ese toque característico. Además, es una preparación muy versátil: puede servirse sola, como entrada, para acompañar una comida o incluso como base de sándwiches.

¿Qué ingredientes se necesitan para hacer focaccia?

  • 500 g de harina 000 (o de fuerza)

  • 10 g de sal fina

  • 7 g de levadura seca (o 20 g de levadura fresca)

  • 350 ml de agua tibia

  • 3 cucharadas de aceite de oliva (más extra para la superficie)

  • Sal gruesa o en escamas (para espolvorear)

Opcionales: romero fresco, aceitunas negras, cebolla en rodajas, tomates cherry.

¿Cómo se prepara la focaccia?

  • Activar la levadura: En un bowl, disolver la levadura seca en el agua tibia (no caliente, para no dañarla). Dejar reposar unos 10 minutos hasta que comience a burbujear.

  • Hacer la masa: En un bowl grande, mezclar la harina y la sal. Agregar el agua con levadura y el aceite de oliva. Integrar con cuchara o mano hasta formar una masa pegajosa. No hace falta amasar mucho: solo unir bien los ingredientes.

  • Primer levado (reposo largo): Cubrir el bowl con film o un paño húmedo y dejar levar en un lugar cálido entre 1 y 2 horas, hasta que la masa duplique su tamaño y esté llena de burbujas.

  • Formar la focaccia: Volcar la masa sobre una asadera generosamente aceitada. Con los dedos, estirarla suavemente hasta cubrir la superficie sin desgasificar demasiado. Dejar reposar otros 30-40 minutos tapada, para que vuelva a inflarse.

  • Dar el toque final: Precalentar el horno a 220 °C. Con los dedos, hacer hoyuelos profundos en la masa. Rociar con aceite de oliva y espolvorear con sal gruesa. Se pueden sumar toppings como romero, aceitunas o rodajas de tomate, según gusto.

  • Hornear: Llevar al horno por 20 a 25 minutos, hasta que esté dorada en la superficie y crocante en la base. Retirar y dejar enfriar sobre rejilla.

¿Cómo se conserva la focaccia?

La focaccia se disfruta mejor en el día, cuando está fresca y tibia. Si sobra, se puede guardar en una bolsa de papel o envuelta en un paño limpio. También puede recalentarse en horno o freidora de aire para recuperar su textura.

La focaccia casera es una de esas recetas que parecen más difíciles de lo que realmente son. Con ingredientes simples y siguiendo bien los tiempos de reposo, se puede lograr una masa esponjosa, llena de sabor y con esa irresistible corteza dorada que la caracteriza. Ideal para acompañar una picada, servir con sopas o simplemente disfrutar con un chorrito de aceite de oliva. Una vez que la probás, no hay vuelta atrás.

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