Con 18 grados bajo cero y varios días sin superar los 0°, Maquinchao, un pueblo perdido en el corazón de Río Negro, volvió a convertirse en el punto más frío del país. La localidad, de apenas 4.000 habitantes, está acostumbrada a los inviernos extremos, pero este año el clima golpeó con más fuerza que nunca.