Su cadencia pausada, precisa, invita a escucharla. Alexia Rattazzi entra al estudio de tv con un jean y una camisa. Elige no usar maquillaje. La apuntan los reflectores. Se sienta en la mesa donde van a entrevistarla.
Su cadencia pausada, precisa, invita a escucharla. Alexia Rattazzi entra al estudio de tv con un jean y una camisa. Elige no usar maquillaje. La apuntan los reflectores. Se sienta en la mesa donde van a entrevistarla.
Ratazzi es psiquiatra infantojuvenil, co-fundadora y coordinadora en PANAACEA (Programa Argentino para Niños, Adolescentes y Adultos con Condiciones del Espectro Autista). Abril es un mes con la agenda cargada para ella: el 2 es el Día Mundial de Concienciación sobre el Autismo. La fecha busca impulsar la mejora de la calidad de vida de esas personas y promover su inclusión en todos los ámbitos de la sociedad.
Después de esa primera charla se toma un rato más para conversar con A24.com.
Un nuevo paradigma introdujo un abordaje distinto sobre el tema. Es el que sigue Alexia en su libro "Sé amable con el autismo" donde propone dejar atrás el concepto de "Trastorno del espectro autista (TEA)", cambiando esa palabra -que hace hincapié en la "falta"- por la idea "condición". Así se busca no estigmatizar a quien convive con esa identidad.
El autismo es un cuadro ligado al neurodesarrollo, el desarrollo del cerebro. Las personas que tienen condiciones del espectro autista tienen desafíos a la hora de interactuar socialmente y de comunicarse. Por otro lado tienen intereses muy absorbentes.
En general mucha memoria y atención al detalle. Son especialistas en determinados temas de su interés. Pueden pasarse muchas horas, mucho tiempo hablando , investigando o en actividades ligadas a estos temas. Otra característica es que tienen cierta sensibilidad particular a los estímulos sensoriales: los ruidos, las luces, el movimiento, los olores, el gusto o el tacto.
Como en otros temas de salud, en el país no hay estadísticas que den cuenta de la prevalencia del autismo. Sin embargo, Alexia y su equipo van por otras herramientas.
¿Qué datos hay sobre este cuadro?
Ante la falta de números nos fijamos en el CDC de los Estados Unidos que los publica cada año. A fines de 2021 habla de que tienen una condición del espectro autista 1 de cada 44 personas. Esto lo extrapolamos a nuestra población. En el mundo se considera que tienen esta condición entre el 1 y el 2% de la población.
Desde PANAACEA buscan promover la inclusión social para mejorar la calidad de vida de estas personas y sus familias que, según dice Rattazzi, a veces necesitan más ayuda que ellas mismas. "Lo hacemos a través de la generación de conciencia, la investigación, el empoderamiento de las personas con esta condición y la incidencia en políticas públicas", explica.
A los 24 años Alexia se recibió de médica con diploma de honor en la Universidad Favaloro. Después hizo su residencia fue en Psiquiatría Infantojuvenil en Hospital de Niños “Ricardo Gutiérrez. "Ahí ya tuve experiencia con niños, niñas y adolescentes que tenían esta condición. Igual algo sabía de antes. Siempre me interesó el tema profundamente", cuenta Rattazzi.
Con el tiempo se capacitó en el país y en el exterior, entre otros en el Autism Research Centre, Cambridge, Inglaterra, la University College de Londres o el MIND Institute, de California, Estados Unidos. "Los desafíos en el desarrollo están considerados dentro del ámbito de la salud mental. Me fui especializando, aprendiendo y hoy es a lo que me dedico".
¿Qué significa el tema en tu historia?
Yo aprendí mucho aprendiendo sobre las personas que tienen autismo a nivel personal. Cuando tuve mis primeros pacientes en el hospital público fueron personas con quienes me entendí muy bien, tuve mucha afinidad.
Alexia se molesta cuando alguien usa la palabra para descalificar en frases que hablan de "una sociedad autista" o de "políticos autistas". "Me enoja. Lo mismo me pasa con cualquier palabra que usemos y que describa a cierto grupo de personas para descalificar. Podemos apuntar a una convivencia más respetuosa", dice Rattazzi, que dedica sus días a capacitar y generar conciencia sobre el tema.
Y explica que, para muchas personas el autismo es parte de la identidad de su vida: hay seres, familias que se organizan en torno a esto. "Por eso me parece muy poco respetuoso y muy poco empático cuando se usa en forma peyorativa. Esto me invita a tratar de cambiar eso, a veces tiene que ver con el desconocimiento. Esto se repara difundiendo, capacitando y explicándolo. El saber es poder. Las personas que ejercen esos roles de poder, como los políticos y los periodistas, tienen la responsabilidad de hablar lo más correctamente posible".