Leandro Goñi es otro de los médicos que de noche son aplaudidos por los ciudadanos que reconocen su labor ante la pandemia de coronavirus. Sin embargo, de día, es el mismo profesional a quien sus vecinos buscan evitar por temor a contagiarse y hasta fue intimado a que deje de atender "bajo amenaza de recurrir a la Justicia”.
Los vecinos de su consultorio de Recoleta, donde atiende a sus pacientes embarazadas, algunas primerizas, pegaron carteles para que abandone el edificio y deje de atender por temor a que pueda contagiar a alguien.
En dialogo con Antonio Laje, por A24, Goñi aclaró: “Apenas dictaron el aislamiento preventivo y obligatorio, tomé recaudos y reduje al máximo la cantidad de consultas para disminuir el caudal de gente en el consultorio. Pero mi especialidad no me permite hacer mi tarea por videoconferencia, yo tengo que hacer una ecografía para saber cómo está cursando la gestación y para eso necesito estar con la paciente”.
Goñi, médico obstetra desde hace más de 30 años, y quien atiende en su consultorio privado y en la guardia del Hospital Vélez Sarsfield una vez por semana, admite estar asombrado, aunque entiende que el miedo saca lo peor de las personas.
El de Goñi no es el primer caso que se conoce sobre profesionales de la salud que son "discriminados" por su tarea. En Santa Fe, un farmacéutico también fue cuestionado por sus vecinos, mientras que algo similar ocurrió con una médica del barrio porteño de Belgrano.
En una clara contradicción con los aplausos de la noche, los vecinos de Recoleta escribieron una nota y hasta intimaron al consorcio a que cierre el consultorio de Goñi bajo amenaza de denunciarlo a la Justicia.
El médico, en tanto,aclaró que la obstetricia justamente no trabaja con gente enferma y remarcó el egoísmo de sus vecinos: ”Es una locura abandonar a una mujer que está a punto de parir”.
