El fuego no se detiene en las zonas rurales de Corrientes. Se quemaron ya 335 mil hectáreas, según fuentes oficiales. Por ese motivo, el gobernador Gustavo Valdés declaró el estado de emergencia y/o desastre agropecuario por seis meses.
El fuego no se detiene en las zonas rurales de Corrientes. Se quemaron ya 335 mil hectáreas, según fuentes oficiales. Por ese motivo, el gobernador Gustavo Valdés declaró el estado de emergencia y/o desastre agropecuario por seis meses.
El Decreto 200/22, rubricado por el titular del Ejecutivo provincial, establece dicho estado a partir del 1 de enero de 2022 y dispone medidas especiales y asistencia a los productores afectados.
“Se otorgará a los productores afectados que acrediten su condición con la presentación del certificado de emergencia agropecuaria, beneficios como la prórroga de vencimientos de impuestos y créditos provinciales”, fue el anuncio refrendado por los ministros de Producción, Claudio Anselmo, y de Hacienda y Finanzas, Marcelo Rivas Piasentini.
Por otra parte, la Estación Experimental del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) Corrientes, difundió hoy un relevamiento en el que se informa que ascienden a 335 mil las hectáreas quemadas en Corrientes: 193.459 hectáreas corresponden a pastizales y malezales; 77.177 a esteros y bañados y 16.277 hectáreas a bosques nativos.
Por medio de un comunicado, el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Nación afirmó que el gobierno provincial se demoró en aceptar su ayuda para la intervención en el manejo de los incendios. Lo hizo a través de un comunicado.
"El Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, que conduce Juan Cabandié, a través del Servicio Nacional de Manejo del Fuego (SNMF), dispuso el envío del primer avión hidrante incluso antes de recibir el pedido formal por parte de la provincia de Corrientes, que no se oficializó sino hasta el último sábado 5 de febrero. Tampoco se requirieron brigadistas, recurso fundamental en el combate de incendios forestales", se indicó en el inicio del descargo.
Además, se comunicó: "Actualmente, operan cuatro aviones hidrantes proporcionados por Nación. Los medios aéreos enviados por la cartera de Ambiente nacional se encuentran trabajando en las localidades de Ituzaingó, Curuzú Cuatiá y en inmediaciones del Parque Nacional Iberá. Asimismo, se enviarán otros 30 brigadistas que se sumarán a los ocho de la Administración de Parques Nacional, que ya trabajan en la zona".
En este sentido, la jefa de Gabinete del Ministerio, Soledad Cantero, expresó que si bien “el SNMF puso a disposición recursos para reforzar la lucha contra el fuego en Corrientes desde el 23 de enero, la solicitud formal por parte del Gobierno provincial recién fue enviada el pasado sábado 5 de febrero, mediante una nota que llegó del ministro de la Producción, Claudio Anselmo, en donde nos solicitó la intervención de medios aéreos”.
Cabe aclarar que tal como lo establece la Ley 26.815 de Manejo del Fuego, la cartera nacional de Ambiente provee de asistencia y soporte a las provincias que lo solicitan.
La mencionada ley establece tres niveles operativos en el combate de incendios forestales: primero el nivel provincial, luego el regional y en tercer término la actuación extrarregional, a través del Servicio Nacional de Manejo del Fuego.
La norma establece así que la responsabilidad primaria del combate de incendios es de las provincias ya que, por el artículo 124 de la Constitución Nacional, tienen el dominio originario de los recursos naturales existentes en sus territorios.
Además del envío de medios aéreos y brigadistas una vez ocurrida la emergencia, el Servicio provee el Informe Nacional de Peligro de Incendios de Vegetación como también avisos por condiciones de peligrosidad a todas las provincias para que puedan planificar con antelación la estrategia de combate de los incendios.
Al respecto, Cantero afirmó que “desde el 19 de noviembre se le informó a la provincia de Corrientes, en 16 oportunidades, que su territorio se encontraba dentro de las áreas más críticas del país en cuanto a las condiciones de peligro de incendio”, dado factores como índices de ignición, sequedad de la vegetación, actividad de focos de calor, estado de la vegetación y fenómenos meteorológicos esperados, entre otros, los que ya preveían mayor probabilidad de incendios, complejidad en los trabajos de extinción y mayor peligrosidad.