Desde El Vaticano, también guardaron silencio acerca del diálogo privado, pero trascendió que se trató de “un gesto y un mensaje del Papa para la sociedad, ante las situaciones de violencia que se vive en estos momentos en la Argentina y el mundo”.
La familia de Fernando es muy creyente. De hecho, el joven concurría al tradicional colegio católico de Caballito, el Marianista, y participaba de diferentes proyectos solidarios como los organizados por la ONG Seres y Teneres de la localidad bonaerense de Marcos Paz.
A dos semanas del asesinato, los padres de Fernando realizaron una misa en la parroquia San Agustín para pedir junto a familiares y amigos “por el descanso eterno” de su hijo.