Fue en Nueva York, el 28 de junio de 1969, cuando la policía de esa ciudad reprimió y arrestó a varios integrantes del colectivo homosexual en el bar Stonewall Inn. Por aquel entonces, Estados Unidos tenía una actitud hostil hacia las personas abiertamente gays, llegando a hacer redadas para encarcelarlos.
La actitud de la policía generó el rechazo de la comunidad, quienes decidieron pelear contra el sistema. Travestis, lesbianas, gays, bisexuales, cansados del maltrato, salieron a las calles a decir basta. La revuelta duró varios días y dejó heridos.
Esta serie de marchas es conocida como el detonador en la pelea por los derechos de los grupos LGBTQ+. Grupos de activistas surgieron a partir de los disturbios y pronto fueron creciendo a lo largo del país y del mundo.
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El año siguiente a la revuelta se celebró la primera marcha del Orgullo Gay que recorrió el centro de Nueva York. Marchas similares se dieron en Chicago y Los Ángeles. Con los años se fueron sumando más ciudades y países.
El 1 de junio de 2009 el Presidente Barack Obama declaró junio como el mes del Orgullo Gay, Lésbico, Bisexual y Transgénero.
¿Por qué Orgullo?
Hasta fines del siglo XX, la homosexualidad fue criminalizada y estigmatizada. Quienes se abrían a declarar su orientación sexual eran discriminados por su entorno familiar y social. La mayoría tuvo que guardar el secreto para no perder el trabajo o la casa.
Recién el 17 de mayo de 1990, la Organización Mundial de Salud eliminó a la homosexualidad de su lista de enfermedades mentales. Hasta 1996 había edictos policiales contra la homosexualidad y la transexualidad en Argentina.
Las parejas del mismo sexo pudieron casarse a partir del 2010 en Argentina. Y en el 2013, aún había un 21% de personas que afirmaron que la homosexualidad no debería aceptarse por la sociedad.
En Arabia Saudita, Irán, Yemén, y en otros países de Asia y África está penado con la muerte tener una relación homosexual.