Según O'Leary, el déficit en el número de aviones disponibles es resultado de la intensa supervisión de la Administración Federal de Aviación (FAA) sobre Boeing tras un incidente el 5 de enero donde un Boeing 737 Max 9 operado por Alaska Airlines sufrió una explosión en el aire.
Este incidente contribuyó a una preocupación generalizada sobre el control de calidad de los nuevos aviones de la compañía, llevando a una desaceleración en la velocidad de producción.
A esto se suma el retiro de más de 1.000 motores Pratt & Whitney de aviones Airbus en julio de 2023 por razones de seguridad, lo que ha exacerbado la escasez de aviones.
O'Leary pronostica que aerolíneas como Wizz Air, Lufthansa y Air France, se verán forzadas a dejar en tierra más del 20% de sus flotas de A320 debido a este problema.
La previsión original de Ryanair era transportar 205 millones de pasajeros en el año hasta finales de marzo de 2025, pero esta cifra se ha ajustado a un objetivo más conservador de 200 millones, lo que refleja las restricciones de capacidad.
"Con menos aviones tal vez tengamos que reducir esos 205 millones a 200 millones de pasajeros", explicó O'Leary, añadiendo que "eso probablemente significa que incluso nuestro crecimiento este año se verá limitado en Europa".
Esta situación de escasez de aviones y el consecuente aumento de tarifas no se limita a Ryanair., tal como reconoció Lucy Coutts, directora de inversiones de JM Finn, quien señaló en el programa Today de la BBC que Boeing admitió que habrá 9.000 asientos menos disponibles este verano debido a los retrasos.