Diego Cifarelli, Pte de la Federación Argentina de la Industria Molinera
“El sector, si bien está azotado por la marginalidad y cosas propias del mercado argentino, tiene un grado de endeudamiento que prácticamente no existe, es muy bajo”, puntualizó.
Lo que explicaron desde FAIM tiene que ver con que la deuda financiera que la empresa mantenía con un “club de bancos” que reúne a un puñado de decenas de entidades de crédito, estaba “encapsulada”: incluso desde la propia firma le aseguraron a A24.com Agro que hoy en día toda las actividades las realizan de contado. Todos los costos son absorbidos por el ingreso de ganancias por los productos que tienen en el mercado. Aseguran que “no son una empresa deficitaria” en la actualidad.
¿Qué fue lo que pasó, entonces? Todo se precipitó cuando algunos bancos acreedores prefirieron optar por la vía del reclamo judicial y exigir el cobro inmediato de su acreencia en lugar de avanzar con acuerdos privados.
“Molino Cañuelas entiende que no puede descapitalizar su empresa para cumplir con su acreencia. Por eso presentaron este recurso para resguardar el patrimonio y seguir de manera normal. Desde la empresa apuestan y están convencidos de que esto no se va a notar en el día a día de la compañía”, expresó el titular de FAIM.
“Si le paga, cosa que puede hacer, empezaría a tener problemas en el transito del día a día. Y entonces prefirió este recurso para resguardar el patrimonio y continuar con todo al día como lo tiene: trabajadores, proveedores y clientes. Son muy prolijos, en este momento tienen todo al día, y lo que dicen es que la marcha de la empresa va a seguir normal, como hasta ahora, pagando todo”, sostuvo Cifarelli.
¿Qué había dicho la firma?
En el comunicado oficial de Molino Cañuelas se expresó que la firma “llevó adelante un importante plan de inversiones”, el cual, en gran parte, se cancelaba con un mecanismo de capitalización de la Compañía en los mercados bursátiles local y del exterior mediante una Oferta Pública de Acciones.
“Pero la alta volatilidad que se registraba en ese momento en las principales bolsas del mundo y la performance económica negativa de la Argentina, redundaron en una falta de interés de los mercados que obligó a la Compañía a desistir del proceso. Esto sumado a las sucesivas crisis económicas vividas por nuestro país, donde solo durante el 2018 el peso se desplomó más del 50% contra el dólar, obligaron a la Empresa a postergar el pago de ciertos compromisos e iniciar un proceso privado de re-perfilamiento del total de su deuda financiera”, indicaron.
Actualmente hay más de 3.000 asalariados que dependen de lo que pueda llegar a pasar con la compañía.
“Es importante destacar que, en todo este proceso, la Compañía logró sostenerse a partir de su propio capital de trabajo y del aporte de los accionistas”, sostuvieron.
Molino Cañuelas opera 15 plantas industriales en 6 provincias del país. Durante los últimos dos años logró lanzar unos 150 nuevos productos al mercado, un momento en el cual la pandemia del Covid-19 jugó en algún punto a favor del negocio de los farináceos: las medidas de aislamiento impulsaron a un mayor consumo de harinas, situación que en esta parte del año, y de la pandemia, comienza a decrecer.
Sin embargo también buscan mercados en el exterior, como Bolivia, Brasil y ahora se sumó Cuba, con un envío de 10.000 toneladas entre 40 empresas.