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Fernández había hablado sobre la sustentabilidad de las granjas porcinas impulsadas por China.
Este mes el Presidente de la Nación Alberto Fernández había mencionado la preocupación de su gestión por llegar a un acuerdo que contemplara los requisitos ambientales para llevar a cabo la producción porcina proveniente de capitales de China.
“La discusión no es si cerramos el acuerdo porcino con China, la discusión es cómo vamos a producir porcinos en Argentina. Nosotros no podemos producir porcinos de un modo que eso contamine al ambiente. Ahora: hay formas de producir porcinos, o cualquier tipo de animal, porque finalmente el problema también ocurre con la producción de ganado vacuno”, sostuvo Fernández en una entrevista con el sitio FiloNews.
“Si ponemos una producción de cerdos que garantice que los desechos de los porcinos van a ir a biodegradadores, y que eso se va a convertir en energía, eso lo podemos conversar. De otro modo no”, había indicado en la misma entrevista.
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Uccelli remarcó la visión de los empresarios del mundo sobre los productores argentinos.
¿Fondos europeos?
A la espera de una resolución por lo que pueda llegar a pasar con las granjas porcinas impulsadas por China, no sería el único país que mira con interés el potencial productivo que se puede alcanzar en Argentina.
“Hoy tenemos alemanes y europeos de otras nacionalidades que quieren financiar proyectos en la Argentina”, remarcó. Pero a la vez aclaró: “Financiar, no invertir. Porque a los argentinos nadie los entiende, pero saben que somos buenos productores de alimentos”.
La clave de la llegada de nuevos capitales estaría en las tasas de interés que aplicaría el sector financiero, de al menos un 3,5% en dólares, y a 6 o 7 años.
“Actualmente el sector porcino puede absorber eso”, contó Uccelli en La Red Rural. Estamos en las gateras”, se entusiasmó.
El derrumbe de las exportaciones
Durante julio se produjo la dura caída del 83% de las exportaciones de carne de cerdo, medida en comparación con las cifras del año pasado. Entre las preocupaciones por el impacto de la variante Delta en el mundo en tiepos de pandemia, el cierre de algunos puertos y las grandes complicaciones que se generan en materia logística, el precio de los commodities también hizo lo suyo.
“Bajaron mucho en junio las exportaciones que habían sido récord, con 6700 toneladas. Luego de eso tiramos el freno de mano, el ABS, todo junto, y bajamos a 1000 toneladas”, contó Uccelli.
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China se llevaba casi el 80% de las exportaciones de carne de cerdo argentina.
Los especialistas explican que esa marca no se daba desde hacía dos años. Y que entre abril y mayo el alto valor internacional de la soja y el maíz pegó de lleno en los costos de la producción de carne de cerdo. “Eso fue catastrófico en todo el mundo, y en países como China se sintió particularmente”, remarcó.
“Muchos productores de China que estaban más o menos en el punto de eficiencia no aguantaron y se fueron del sistema. Y mandaron todos los animales a faena. Y cuando digo todos es todos: los terminados, los medios terminados, la chancha, los padrillos”, detalló.
Ese movimiento en China generó un excedente en el stock de carne. Y en ese momento el Gigante asiático aprovechó la situación y frenó el precio que pagaba: de una tonelada en el orden de los u$s 3.000 pasó a pagar solamente u$s 1.900 por los 6 cortes de a media res más consumidos. “Y además levantó la compra y eso generó un caos en todo el mundo”, explicó Uccelli.
“En Argentina el 80% de lo que exportamos va rumbo a China, no nos hemos preocupado de abrir más mercados. Somos “China dependientes” y eso explicó la caída estrepitosa”, concluyó.