Valeria Piersanti es empresaria y secretaria de la Asociación de Fabricantes de Maquinaria Agrícola y Agrocomponentes de la Provincia de Córdoba (AFAMAC). “La realidad nuestra, en Noetinger, en el sudeste de la provincia, es que tenemos desempleo cero. Aquí las actividades productivas generan esa situación porque nuestra realidad es que el sector debe ser competitivo y debe tener la mirada de salida hacia el mundo. Sin embargo necesitamos que nuestra mano de obra sea capacitada”, expresó en una entrevista con La Red Rural (AM 910).
“Requerimos de operarios que mínimamente puedan ser soldadores, torneros, que tengan experiencia en tecnologías CNC (de Control Numérico), en cortes y plegados”, especificó la dirigente cordobesa.
Uno de los puntos en el que hacen hincapié en las empresas es en la formación de los empleados. Atribuyen a un factor clave: en la zona, muchas escuelas técnicas cerraron sus puertas en la década del 90’. Algunas lograron reabrirse con el correr de los años y otras, como en el caso de la de Notinger, recién fue inauguradas hace 12 años. Así las cosas, el período entre los cierres de décadas atrás y las reaperturas actuales, dejó un vacío generacional de trabajadores formado para oficios específicos.
“Recién de una manera tímida empezamos a ver los resultados. Pero tenés toda una generación de gente que hoy tiene 40 o 45 años, en la plenitud de su vida laboral, pero que no son torneros. No los hay de esa edad. Está el tornero de 60 o 65 años que siguen trabajando en las empresas y que está próximo a jubilarse, como también la nueva generación que se va sumando y a la que hay que formarla también. Muchos tienen su primer trabajo en industrias como las nuestras”, explicó Piersanti.
Y agregó: “Hoy tenemos demanda de maquinaria y las fábricas venimos trabajando permanentemente en estos años, que son de crisis para el país, pero que para nosotros vienen siendo positivos. Sin embargo, tenemos esta limitante de mano de obra capacitada”.
“La sensación es que no estamos pudiendo sacarle le máximo rendimiento a esta coyuntura porque hay situaciones que nos están complicando”, sintetizó.
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La importancia de las escuelas técnicas a la hora de la contratación de empleados, uno de los puntos mencionados por Piersanti.
El factor económico
Otro de los aspectos que remarcan los fabricantes de maquinaria agrícola que impiden un mayor crecimiento en el sector tiene que ver con la previsión en materia económica.
“Vivimos en el día a día, es muy grande la elasticidad que tenemos los empresarios argentinos para poder acomodarnos a determinadas circunstancias. Hoy nos pasa que estamos desde el 2020 con una demanda sostenida, pero tenemos un tipo de cambio retrasado, hay costos en dólares que aumentan abruptamente, y todo eso, como empresario pyme, hace que todos los días te levantes y tengas un tablero en el que se encienden todas las luces juntas”, graficó Piersanti durante la entrevista radial.
Una de las claves a las que apuntan desde AFAMAC tiene que ver con el impulso a una “Ley de Maquinaria Agrícola”, que eche luz sobre los aspectos grises de la cadena productiva. ¿Un ejemplo? El porcentaje de insumos mínimos provenientes de la tecnología nacional, con fabricación argentina.
“En la Cámara ni pretendemos estar en una economía cerrada ni tampoco vivir en una que esté completamente abierta. Necesitamos reglas claras, no ir desde un extremo al otro como nos pasó en los últimos años”, subrayó Piersanti.
En las empresas coinciden en que hay insumos que se requieren para las producciones que “sí o sí” hay que buscarlos fuera del país.
“Hay algunas importaciones que están restringidas y eso nos dificulta mucho. Porque, por más que desarrollemos un proveedor local, a veces ese componente no tiene la escala de consumo interna necesaria para que termine siendo un producto viable para la fabricación, que arroje ganancias”, explicó.
“Y por otro lado, si nos vamos a una economía completamente abierta, antes de eso hay que hacer un ordenamiento de la economía que muchas veces no se da. Cuando sucedió salimos a competir con fabricantes de Brasil quedamos obligados a acomodarnos en el cortísimo plazo”, comparó.
“Por eso la importancia de una Ley de Maquinaria agrícola: es la clave para no irnos de un extremo al otro, y que contemple cuál debe ser el contenido mínimo nacional de una maquinaria agrícola”, concluyó Piersanti.