“Nosotros tenemos una gran limitante que creo que también la tiene el resto de los productores, que es el recurso humano. Hay un pico dentro del mes en el que viene la gente que se dedica a las labores golondrina y un grupo de trabajadores de hombres y mujeres. Hay muchas tareas que ellas realizan, como lo es el final del despique de flores de la banana, y después el resto de las tareas un poco más duras las realizan los hombres. Pero en los primeros días del mes se ve que con el tema del cobro de los planes no viene nadie y empiezan a venir a mediados de mes”, graficó en diálogo con La Red Rural (AM 910).
Ortiz aseguró que Productos Don Cirilo paga un sueldo de tractorista en hasta $140.000 por mes. Y que no poder contar con la disponibilidad de personas para realizar las tareas lleva a que las mismas deban reprogramarse. “Nosotros justamente al hacer frutas tenemos el año cubierto. Arrancamos en febrero y terminamos en enero del año que viene”, expuso.
“Yo podría contratar durante todo el mes, pero la gente solo viene a partir de la segunda quincena. Me produce un daño gigante el hecho de no poder contar con gente y se me atrasan las tareas”, definió Ortiz. Y además apuntó contra la falta de apoyo hacia la producción de bananas, una de sus especialidades en la finca.
“Los argentinos consumen mayoritariamente bananas de Ecuador porque no produce al mismo nivel y llega a producir apenas el 10% del consumo nacional. Y a la vez hay muy poco fomento. Y esa falta de promoción del Estado a los productores sumada a los problemas que tenemos con la disponibilidad de trabajadores nos complican a la hora de buscar desarrollarnos”, sostuvo.
Una zona golpeada por la sequía y los incendios
La semana pasada en los alrededores de Orán el termómetro llegó a estar en los 43°. Las temperaturas no sorprenden para una región bien al norte del país, rodeada de cerros y selva. Pero el factor que viene a complicar la situación es la sequía. Y eso se tradujo en graves incendios fuera de control en las últimas semanas.
“Como vivimos en un contexto selvático eso hace que a raíz de esta sequía haya mucha hoja y mucho material combustible. Entonces, con cualquier situación se prende fuego todo”, retrató.
Según expresó durante la charla con radio La Red, los focos de incendio se dieron también durante el año pasado. Sin embargo la acumulación de semanas sin lluvia a causa de La Niña hizo que este año, desde mayo, hayan comenzado los focos. El viento en zonas serranas complica la situación.
“El daño no ha sido mayor en los campos productivos, pero sí ecológico en las zonas de los cerros. Todos los montes siguen prendidos y eso hasta que no caiga una buena lluvia no va a cesar”, sostuvo.
Ortiz descartó que haya intencionalidad en los incendios. “Aquí no la hay, sino que existe una cuestión cultural del manejo del fuego ya sea para quema de basura o mismo el fuego para la cocina. Hubo algún descuido y bueno, ellos generaron incendios que con semejantes sequía y tan poca humedad, se ha ido para todos los montes”, cerró.