El percance se produjo el pasado 20 de agosto en la prueba de Pocono de la Indy Car, cuando el coche del canadiense rozó con la rueda de otro rival. Tras perder el control, el vehículo salió despedido por encima del otro coche y sufrió un brutal impacto frente a las protecciones. El accidente provocó una fractura de la columna vertebral y una lesión en la médula espinal, además de otras fracturas en el cuello, ambas manos, tibia y peroné de las dos piernas, un codo, un antebrazo, varias costillas.