Por ese entonces Meloni, que realizaba su primera visita a la Casa Blanca como primera ministra, había indicado que frente a la respuesta de Estados Unidos a la invasión rusa de Ucrania, "las naciones occidentales han demostrado que pueden confiar las unas en las otras".
La premier italiana también había reafirmado la importancia del comercio con Estados Unidos.
Roma ha demostrado ser un fuerte aliado en el apoyo a Ucrania, a pesar de la presencia dentro del gobierno italiano de figuras como el soberanista Matteo Salvini, criticado por sus vínculos con el partido del presidente ruso, Vladimir Putin.
Estados Unidos pretende además evitar que Italia se acerque demasiado a China.
Italia se retiró en diciembre pasado del controvertido acuerdo con China sobre la Nueva Ruta de la Seda, cuatro años después de su adhesión, lo que provocó el disgusto de Beijing.