Pero todo comenzó a derrumbarse en 2007 cuando perdió la custodia de sus dos hijos Sean y Jayden, de su relación con Kevin Federline, con quien estuvo casada desde 2004 hasta 2007, cuando se divorció en medio de un fuerte escándalo.
Mala junta y problemas de adicciones generaron que la Justicia le dé a su padre Jamie Pears su tutela legal por “cuestiones de salud mental”, primero de forma temporal y luego de manera permanente.
Jamie administra la fortuna de 60 millones de dólares, toma decisiones sobre su casa y sus tarjetas de crédito. La rubia pidió que eso cambie pero el veredicto no salió a su favor y aún no puede acceder a sus abultadas cuentas bancarias.
A principios de febrero salió un documental hablando de eso, “Framing Britney Spears”, que cuenta la vida de la cantante y lo que sufrió durante los últimos 12 años y a partir de esto comenzó una movida pidiendo el “Free Britney”.
Pero la cantante sigue haciendo de las suyas y divirtiéndose en sus redes. Aunque ya avisó que no volverá a hacer un show hasta que ella maneje su dinero.