El rey Carlos III del Reino Unido, en tratamiento por un cáncer, asistió hoy al servicio religioso de la iglesia Santa María Magdalena en la propiedad real de Sandringham, en el este de Inglaterra.
El rey Carlos III del Reino Unido, en tratamiento por un cáncer, asistió hoy al servicio religioso de la iglesia Santa María Magdalena en la propiedad real de Sandringham, en el este de Inglaterra.
Se trata de la segunda aparición pública del monarca desde el anuncio de su diagnóstico de cáncer la semana pasada.
Vestido con un traje y un abrigo oscuros, el soberano, acompañado de la reina Camila, hizo un saludo con la mano a los periodistas presentes en el lugar, informó la agencia de noticias AFP.
La semana pasada, Carlos fue visto brevemente saliendo en un coche de su residencia real londinense de Casa Clarence, donde acababa de reunirse con su hijo el príncipe Harry, que llegó desde California para visitar a su padre tras haberse enterado de su enfermedad.
Carlos III, que según el Palacio de Buckingham sigue su tratamiento a domicilio, cambió Londres por la residencia real campestre de Sandringham, en Norfolk.
Menos de 18 meses después de haber accedido al trono, el rey, de 75 años, inició la semana pasada su tratamiento contra una forma de cáncer cuya naturaleza no fue informada.
La enfermedad fue detectada durante una reciente intervención por un agrandamiento benigno de próstata, dijo el Palacio Real.
En un mensaje publicado ayer en redes sociales, el rey dirigió su "más sincero agradecimiento" a las personas que le enviaron mensajes de apoyo.
"Como saben todos los que han sufrido cáncer, estos pensamientos tan amables son el mayor consuelo y aliento", afirmó el soberano.
Aunque va a continuar con algunas de sus funciones administrativas, Carlos III se ausentará de la vida pública por un tiempo indefinido.
El Palacio Real había informado que el rey había hecho pública su intervención para alentar a que otros hombres se hicieran los controles prostáticos rutinarios.
"Es igualmente alentador escuchar cómo el hecho de compartir mi propio diagnóstico ha ayudado a promover la comprensión pública y a arrojar luz sobre el trabajo de todas aquellas organizaciones que apoyan a los pacientes de cáncer y a sus familias en todo el Reino Unido y en el resto del mundo", dijo el monarca en un comunicado.