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Opinión

Bitcoin toma por asalto la escena política global

Funcionarios nacionales y extranjeros se refirieron al mundo cripto y mostraron lo poco que conocen del tema. Qué impacto tendrán las nuevas finanzas en la política y economía de los países.
Adam Dubove
por Adam Dubove |
Alberto Fernández: No hay que negarse porque puede ser un camino”

Alberto Fernández: "No hay que negarse porque puede ser un camino”, dijo sobre criptomonedas.

En los últimos días quedó en evidencia la ignorancia que reina entre políticos de todo el mundo acerca de Bitcoin y el ecosistema cripto en general. Desde el Presidente Alberto Fernández hasta senadores de Estados Unidos, pasando por el presidente del Banco Central, Miguel Pesce, dieron muestras de su desconocimiento en torno a las criptomonedas.

A comienzos de la semana, el Senado norteamericano aprobó un megaproyecto de infraestructura de US$ 1,2 billones de dólares que incorporó, a último momento, una controvertida definición que sacudió a la industria cripto.

Con la promesa de aumentar la recaudación para cubrir parte de los gastos de este proyecto, el polémico artículo obliga a reportar transacciones a exchanges -algo esperable-, pero la ambigüedad en su redacción deja también expuestos a otros participantes: proveedores de billeteras, operadores de nodos y desarrolladores de protocolos, entre otros. El problema es que ninguno de estos últimos procesan transacciones.

Si bien el Senado terminó dando media sanción al proyecto, la aprobación fue demorada por las objeciones de un puñado de senadores, tanto republicanos como demócratas, que advertían de los efectos negativos que podía tener el lenguaje en el crecimiento del sector, amenazando la posición líder de Estados Unidos en la industria que surgió en torno a las criptomonedas.

Organizaciones sin fines de lucro, referentes del sector y los propios senadores, desplegaron una campaña para alentar a usuarios de criptomonedas a llamar a sus representantes y expresar su repudio a la nueva regulación, una práctica habitual en aquel país.

Finalmente, después de 48 horas de idas y vueltas, el proyecto terminó siendo aprobado en su versión original, sin incluir las modificaciones que excluían a todos aquellos que no fueran exchanges.

Ahora deberá ser aprobado por la Cámara de Representantes para convertirse en ley. El camino es largo. Recién en 2023 entrarían en vigencia estas obligaciones y, probablemente, algún tribunal estadounidense se pronunciará sobre el asunto antes de esa fecha.

Criptomonedas: su relevancia para la política

Hay dos aspectos importantes para destacar sobre esta secuencia. En primer lugar, las criptomonedas debutaron en la arena política del más alto nivel. Y aunque el resultado no fue el esperado, que la aprobación de un proyecto medular para la Casa Blanca, de 2071 páginas, se haya demorado por tres renglones referidos a las criptomonedas, habla de la cada vez mayor relevancia que adquiere este tema.

Los legisladores saben que parte de sus votantes son usuarios de criptomonedas y que una regulación draconiana podría herir sus chances electorales cuando tengan que renovar el mandato. Ventajas del sistema de circunscripción uninominal.

El otro aspecto es un llamado de atención para los desarrolladores del ecosistema cripto. Aquellos proyectos que no hagan hincapié en ser resistentes a ataques de Estados soberanos terminarán cayendo en las garras regulatorias del gobierno y perderán su razón de ser. Esto último, especialmente, entre los protocolos enfocados en “finanzas descentralizadas” (DeFi).

Moneda dura y activos financieros

Los ecos de este debate llegaron hasta nuestro país. Esta semana, el presidente del Banco Central, Miguel Pesce, dio su opinión sobre Bitcoin en una conferencia de ejecutivos de finanzas. “Bitcoin fue creado como un mecanismo de transacciones sustituto del dinero donde el estado no cumplía un rol”, afirmó.

La incomodidad de Pesce al hablar de Bitcoin es palpable, y no es para menos. Se trata de uno de los tantos responsables del descalabro monetario que sufre Argentina hace más de 15 años. Mientras que Bitcoin se consolida como reserva de valor, su emisión está preestablecida y puede ser verificada por cualquiera, Pesce sólo ha sabido generar inflación, devaluación y negocios millonarios para los bancos.

Sus decisiones han empobrecido a millones de argentinos y Bitcoin es una vía de escape ante el saqueo diario que se digita desde el Banco Central.

Es más, Pesce debería estar agradecido por la existencia de Bitcoin y monedas estables que han quitado presión sobre el dólar. En los últimos años, parte de la demanda minorista habitual de dólares se ha volcado hacia alternativas cripto. Esto se nota al consultar las cotizaciones del bitcoin y el “dolar cripto” en la plaza local, donde se suele pagar hasta un 10% adicional que por un dólar blue.

El Presidente Alberto Fernández también habló de criptomonedas

Unos días después, el presidente Alberto Fernández también aludió a las criptomonedas ante una pregunta sobre si Argentina podría adoptar una criptomoneda como moneda de curso legal como hizo El Salvador. “No hay que negarse, porque puede ser un camino”, dijo.

Fernández está en campaña y estas declaraciones llegan la misma semana en las que expresó su preocupación por el voto joven que, según encuestas, le es esquivo a su partido.

Probablemente sea solo eso, declaraciones de campaña, pero que el Presidente se haya mostrado abierto a Bitcoin podría hacer que aquellos identificados con este gobierno se acerquen a la criptomenda más famosa y encuentren allí una vía de escape al infierno monetario que es Argentina.

Por último, Fernández reconoció que no sabía mucho sobre el tema y deslizó una vinculación que no terminó de desarrollar entre “moneda dura” y el “efecto inflacionario”. ¿Está es la primera vez que un Presidente kirchnerista insinúa una relación entre la emisión monetaria y la inflación? Sólo Bitcoin podría lograrlo.

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