Pero como es habitual en el entorno cripto, las monedas digitales de Banco Central generan posiciones opuestas.
Por un lado, gracias a su propia CBDC, los países son capaces de modernizar los pagos y reducir los costos de impresión del dinero, lo cual puede alcanzar hasta el 1,5% del PIB nacional.
No obstante, organismos argentinos como la AFIP, la UIF y el Banco Central tendrían un control más detallado de las tenencias de dinero de todos los ciudadanos, y de todas las operaciones económicas que realizan.
En consecuencia, al utilizar CBDC, los organismos gubernamentales podrían embargar o confiscar -mediante una orden- el dinero de las personas si es que su código está programado de tal forma. De la misma manera, el control sería ejercido por estas instituciones y no por los usuarios de la moneda digital.
Perspectivas para una moneda digital o CBDC
Efectivamente, emitir una CBDC conlleva ventajas y desventajas, al tiempo que profundiza el dilema sobre la centralización de la economía.
De todas maneras, se trata de una tendencia que se observa a nivel mundial. Además de Estados Unidos, China o la Unión Europea, otro país de Latinoamérica que ya está trabajando en su propia Central Bank Digital Currency es México, que espera lanzarla en los próximos tres años.
También Brasil ya realizó pruebas piloto en ciertas ciudades para lanzar su propio "Real digital". Y, en Argentina, incluso, existe desde hace meses el proyecto nuARS, una criptomoneda atada al peso argentino.