“¿Escucharon hablar de la criptoenergía? La implementamos en Vaca Muerta a fines de 2023, y se trata del minado de criptomonedas para aprovechar el gas natural”, publicó en su cuenta de LinkedIn el CEO de Tecpetrol, Ricardo Markous.
Al usar el gas de venteo para la minería de Bitcoin, la compañía petrolera produce más sin llegar al límite permitido en emisión de gases. De qué se trata el proyecto y por qué puede revolucionar a Vaca Muerta.
“¿Escucharon hablar de la criptoenergía? La implementamos en Vaca Muerta a fines de 2023, y se trata del minado de criptomonedas para aprovechar el gas natural”, publicó en su cuenta de LinkedIn el CEO de Tecpetrol, Ricardo Markous.
Las operaciones mineras en Los Toldos II Este, el proyecto petrolero de la firma, están a cargo de Unblock Computos, empresa que provee los equipos mineros que se instalan en zonas alejadas donde se extrae petróleo y se debe buscar una manera de aprovechar los gases residuales.
Al respecto, Markous explicó en su red social que la producción de la compañía en el yacimiento Vaca Muerta, en la Patagonia argentina, pasó de 50 m3/día a 300 m3/día. De esa manera, el empresario reconoció la importancia de la criptominería, término que utilizó para describir la industria de la minería de criptomonedas.
En consecuencia, la compañía petrolera y productora de gas que opera en Argentina, aumentó un 500% su producción de petróleo en el sur del país. La clave para lograr semejante hito: la minería de Bitcoin (BTC), que permite reducir la emisión de gases de venteo a la atmósfera.
Este proceso -la minería de BTC- consiste en la creación de unidades de criptomonedas en una red blockchain a través de resolución de cálculos matemáticos para dar con una fórmula que permita al minero añadir un nuevo bloque a la cadena de bloques de Bitcoin, con lo que se crean así nuevas unidades de la criptomoneda.
Antes de la aparición de la minería de Bitcoin, estos gases se quemaban a través del flaring («quemado»), un proceso con consecuencias muy negativas para el ambiente.
Cuando se perfora un pozo petrolero, se libera gas metano, que es un subproducto no deseado de la extracción de petróleo. En lugar de dejar que este gas se escape directamente a la atmósfera, se utiliza el flaring como una práctica para quemar el gas y convertirlo en dióxido de carbono, un gas de efecto invernadero menos potente.
Para mitigar las consecuencias de esos gases de efecto invernadero, es preciso encontrarles otros usos. De esta manera, al usar ese gas para generar energía para minar Bitcoin, empresas como Tecpetrol pueden expandir sus operaciones sin superar los límites de emisión permitidos.
En su publicación, Markous explicó que “Los Toldos II Este” es un proyecto exploratorio de la compañía que produce petróleo y que, de tan nuevo y alejado, todavía no está conectado a gasoductos ni cuenta con infraestructura para procesar el gas asociado, transportarlo y comercializarlo.
Por esa razón, la empresa subsidiaria del grupo Techint optó por una estrategia que llaman “mitigación digital”. Esta técnica consiste en utilizar el gas que no se ventea por cuestiones ambientales y regulatorias, para generar la energía que utilizan las computadoras para minar criptomonedas, haciendo un uso más eficiente de la energía.
Son ocho generadores los que se instalaron en el área, y doce centros de datos modulares; “allí la empresa Unblock crea nuevas unidades de las criptomonedas en una red de blockchain”, escribió el CEO en LinkedIn.
Básicamente, se trata de utilizar el gas natural como combustible para moto-generadores que alimenten computadoras para el minado de criptomonedas.
En ese sentido, Franco Ciucci, Well Services Expert, dijo que “en una fase temprana de desarrollo, con bajo nivel de infraestructura y limitaciones para evacuar la producción, no hay muchas alternativas para producir el hidrocarburo, y esta es una solución viable que además contribuye al medioambiente".
Así, el proyecto abre una puerta para otros desarrollos no convencionales de petróleo, ofreciendo una solución atractiva para los yacimientos nuevos.
Por último, respecto al impacto ambiental positivo del proyecto, desde la petrolera comentaron que “la utilización del gas no venteado contribuye a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Las emisiones de dióxido de carbono (CO₂) se reducen un 11% en comparación con la quema de gas”.