La empresa, en una presentación ante el tribunal de quiebras en Nueva Jersey, Estados Unidos, dijo que buscará "recuperar todas las obligaciones adeudadas a BlockFi por sus contrapartes, incluidas FTX y entidades corporativas asociadas".
De momento, la firma aseguró que tenía alrededor de USD 257 millones en efectivo y que iniciaba un "plan interno para reducir considerablemente los gastos, incluidos los costos laborales", según un cable de la agencia Bloomberg.
Colapso de FTX: qué pasó con BlockFi
Hace dos semanas, la compañía detuvo los retiros de criptomonedas y dijo que estaba explorando "todas las opciones" con asesores externos, al citar la "falta de claridad" sobre el estado de quiebra FTX e Investigación Alameda.
Tras las investigaciones sobre FTX realizadas por la Comisión de Bolsa de Valores de Estados Unidos y la Comisión de Comercio de Futuros de Productos Básicos por el posible mal uso de los fondos de los clientes, no quedó claro para BlockFi dónde se financiaba una línea de crédito que recibía de FTX.
A su vez, BlockFi había estado en el proceso de transferir sus activos a FTX para su custodia, pero la mayoría de los mismos no se habían movido antes del colapso de FTX.
FTX US figura en la petición de la compañía como uno de sus principales acreedores no garantizados, con un préstamo de USD 275 millones.
Al mayor acreedor no garantizado de la compañía, Ankura Trust Company, se le deben alrededor de USD 729 millones, según la petición.
Criptomonedas: otra víctima del derrumbe de FTX
BlockFi fue fundada en 2017 y, desde entonces, creció con fuerza, sobre todo durante los años de la pandemia que la llevaron a abrir oficinas en Nueva York, Nueva Jersey, Singapur, Polonia y Argentina, según su sitio web.
La empresa llegó a estar valorada en USD 3.000 millones en marzo de 2021, aunque para junio de este año su valoración había quedado reducida de aproximadamente USD 1.000 millones.
Su quiebra sigue a la de FTX -la segunda mayor plataforma de intercambio de criptomonedas del mundo-, que llegó a estar valorada en USD 32.000 millones y que podría tener más de un millón de acreedores en todo el mundo, luego de quebrar a principios de noviembre.
Hasta ahora, la plataforma ha admitido que debe más de 3.000 millones de dólares a sus cincuenta principales acreedores.
Durante el arranque del proceso de bancarrota de FTX, sus nuevos gestores denunciaron una “ausencia total de controles corporativos” y una falta de “información financiera fiable” y aseguraron que una “cantidad sustancial” de los activos de la compañía podrían haber sido robados o están desaparecidos.