En este sentido, expertos de Chainalysis, la firma internacional dedicada al análisis de blockchain, identificaron las siguientes cuatro tendencias y cambios que atravesará el ecosistema crypto en el futuro cercano.
NFT: un mercado que seguirá en evolución
En medio del boom que viven actualmente las criptomonedas, existen otros activos digitales que plantean nuevas formas de intercambios comerciales. Un ejemplo claro de ellos son los NFT (non-fungible tokens).
Este tipo de activos digitales permiten asociar un certificado de autenticidad a cualquier objeto virtual, lo que los hace únicos. Además, no se agotan al usarse y son irremplazables, características que aumentan considerablemente su valor.
El comercio de NFT se orienta más a la venta al por menor que a las operaciones con criptomonedas en general, y cada vez son más las personas que ingresan a este mercado que, de acuerdo con Chainalysis, registró transacciones por más de US$ 40 mil millones en 2021.
La popularidad de los NFT ha crecido de tal manera que hoy en día es común que figuras públicas, artistas, coleccionistas y el público en general, vendan sus propios objetos u obras de arte utilizando esta tecnología.
Por ejemplo, la cervecería argentina MUR que lanzó su colección NFT en colaboración con Valentín Gatica (Aquiles), un artista autodenominado abstracto, lúdico y moderno. Usando una lata de cerveza como inspiración, la colección se diseñará en conjunto y estará disponible para su compra en los próximos meses.
“Como consecuencia, el mercado de NFT seguirá transformándose y evolucionando. Estamos observando solo el primer paso de muchos que sucederán al tiempo que aparecen nuevas tecnologías”, comenta Ethan McMahon, Economista de Chainalysis.
Efectivamente, agrega, este mercado “seguirá evolucionando mientras más artistas, creadores, celebridades, e incluso programadores de videojuegos emitan nuevas colecciones para sus seguidores, además de otros muchos usos que todavía no se han inventado”.
Una app “todo en uno” está por llegar
Además de las criptomonedas y los NFT, las Finanzas Descentralizadas (DeFi) se han vuelto muy populares en el mundo. Las DeFi son productos financieros basados en blockchain que, esencialmente, no requieren de intermediarios para funcionar.
Estas aplicaciones han ganado tanta popularidad, que el Foro Económico Mundial considera que tienen el potencial de transformar al sistema financiero.
NFT.jpg
NFT: estos activos digitales plantean nuevas formas de intercambios comerciales.
Sin embargo, sus usuarios se enfrentan a un desafío: hasta la fecha no se ha desarrollado una plataforma en la que puedan interactuar con inversiones cripto, NFT y soluciones DeFi al mismo tiempo, de una manera sencilla. De todas formas, las empresas más importantes del sector se han sumado para desarrollar la app todo en uno que solucione el problema.
Como señala Philip Gradwell, economista en jefe de Chainalysis, "en 2021, las DeFi y los NFT demostraron que se pueden hacer más cosas con las criptomonedas que simplemente invertir. Sin embargo, estas oportunidades se encuentran fuera de los canales de consumo convencionales”.
Según el especialista, “una de las principales lecciones de la Web 2.0 fue que los consumidores adoran las plataformas, y no creo que eso cambie para la Web 3.0. En la actualidad, no hay ninguna plataforma de criptomonedas que se apropie de la relación con el cliente y tenga en cuenta a los proveedores".
Por lo tanto, la compañía que desarrolle primero una súper app, no sólo tendrá una ventaja sobre sus competidores, también dominará el segmento, ya que los clientes prefieren la facilidad de quedarse con una plataforma bien construida en lugar de migrar a otra.
Los gobiernos se adaptarán a las criptomonedas
La creciente popularidad de los activos digitales ha tomado por sorpresa al sistema financiero y a los gobiernos a nivel mundial. Ahora es el momento de asumir el reto de impulsar leyes y normativas que acompañen su evolución y regulen este nuevo mercado.
Hasta la fecha, Argentina no ha definido un organismo central de supervisión. Lo que se definió, a partir del Decreto 796/21, es que las criptomonedas tributan con el impuesto sobre créditos y débitos bancarios, no recayendo directamente sobre el comprador final, sino sobre las cuentas de cobro de las billeteras que realizan esa operación.
En relación con las normas sobre Prevención del Lavado de Activos y Financiamiento del Terrorismo, aunque no existe un estándar específico de la Unidad de Inteligencia Financiera que considere los exchanges como sujetos obligados, el Grupo de Acción Financiera emitió una guía actualizada a octubre de 2021, para la aplicación de un Enfoque Basado en el Riesgo con respecto a los activos virtuales y sus proveedores, centrándose en la identificación y mitigación de sus riesgos y la aplicación de medidas preventivas, entre otros. La búsqueda de claridad regulatoria sigue siendo lo más importante a medida que evoluciona el ecosistema de activos digitales.
Por su parte, otros mercados, como Europa y Estados Unidos han comenzado a regular el uso de criptomonedas, y esto podría convertirse en una tendencia mundial. Al respecto, Salman Banaei, director de Políticas Públicas de Chainalysis advierte que “aunque no veo que haya un marco regulatorio para finales de 2022, sí creo que habrá nuevos proyectos de ley, audiencias y debates constructivos sobre los activos digitales que prepararán el terreno para un 2023 con mayor claridad dentro del sector en todo el mundo".
Criptomonedas: esenciales para investigaciones criminales
De acuerdo con el Reporte de Cripto Crimen 2022 de Chainalysis, los delitos basados en criptomonedas alcanzaron un nuevo máximo histórico en 2021, pues las direcciones de carteras ilícitas recibieron US$14.000 millones en el transcurso del ano, frente a los US$7.800 millones de 2020. Las DeFi están relacionadas con muchos de estos delitos.
Además, el lavado de dinero ha encontrado su lugar en el floreciente mercado de los NFT. Los ciberdelincuentes lavaron US$ 8.600 millones en criptodivisas a través de esta tecnología en 2021. Los protocolos DeFi recibieron el 17% de estos fondos ilícitos, frente al 2% de 2020.
Sin embargo, aunque estas cifras son preocupantes, una reciente investigación demostró que sólo el 0.15% de las transacciones de criptodivisas están relacionadas con actividades ilícitas. Aunque muchos consideran a los activos digitales como el problema, principalmente por la idea errónea de que no pueden ser rastreados, en realidad pueden representar la solución a muchas formas de ciberdelincuencia.
Para Gurvais Grigg, director de Tecnología del Sector Público de Chainalysis, "las actividades ilícitas de esta naturaleza llegaron para quedarse. Pero, si la adopción global de criptomonedas sigue evolucionando, la educación de las fuerzas de seguridad mejora y la inversión en ciberseguridad de las empresas aumenta, en breve las criptomonedas dejarán de ser vistas como un obstáculo, y comenzarán a ser reconocidas como una herramienta de gran valor para ayudarnos a acabar con los delincuentes".
En definitiva, aunque nadie sabe cómo evolucionará el ecosistema crypto en el futuro, los expertos aseguran que los activos digitales han llegado para quedarse. Solo el tiempo dirá cómo reacciona el mundo a los movimientos del mercado, la regulación y las nuevas formas de uso de los activos digitales.