Según la legislación local, los activos digitales son ilegales en Vietnam, lo que significa que los particulares o las empresas no pueden aceptarlos como moneda o medio de pago. No obstante, los acusados consiguieron convertir los BTC robados en 18.800 millones de VND (unos 800.000 dólares). El tribunal dictaminó que los delincuentes debían indemnizar a la víctima con esa cantidad.
Una banda para robar Bitcoin
Tai y Hoang no eran los únicos que estaban detrás del crimen. Contaban con el apoyo de otros 14 socios, que también irán a la cárcel. Sin embargo, ninguno de ellos permanecerá entre rejas de por vida, con penas que oscilan entre los 9 y los 19 años.
Además, dos de ellos, Nguyen Quoc Dung y Nguyen Anh Tuan, eran policías hace unos años. El primero fue condenado a 17 años, mientras que el segundo permanecerá 12 años en un correccional.
La historia real detrás del robo
El raid delictivo comenzó hace cinco años, cuando Le Duc Nguyen aconsejó a Ho Ndoc Tai que vendiera 1.000 BTC (equivalentes a más de 4 millones de dólares de la época) para que pudiera comprar otros activos digitales.
La inversión, sin embargo, no resultó rentable, y Tai sugirió que había sido víctima de un plan fraudulento.
Entonces, reunió una banda para intentar recuperar sus fondos, utilizando métodos sofisticados para rastrear la ubicación de Nguyen. El equipo también alquiló una camioneta, compró armas y secuestró al objetivo a punta de pistola.
De esta manera, los delincuentes ordenaron al hermano de la víctima que transfiriera la cantidad original de 1.000 BTC a la cartera de Tai, pero éste no pudo proporcionar la cantidad completa. Una vez restituidos 1.5 millones de dólares en Bitcoin, abandonaron al hombre en la ciudad de Thu Duc, no muy lejos de Ho Chi Minh.
Sin embargo, la policía vietnamita no tardó en detectar el delito y detuvo a los 16 sospechosos.
Aunque Tai admitió inicialmente haber dirigido la operación, más tarde se retractó de su confesión.
Por otro lado, sus socios dijeron que pensaban limitarse a cobrar la deuda de la víctima y no participar en un secuestro.