El gran desafío para el argentino sigue estando en los entrenamientos libres. Franco suele ubicarse entre los últimos en esas sesiones y siempre arranca el fin de semana corriendo desde atrás, sin poder encontrar rápidamente el "feeling" con el auto. Él mismo, tras la carrera de Austria, admitió: "El auto fue difícil de manejar y no me dio la confianza necesaria para ir a alta velocidad. Fue un fin de semana complicado, pero avanzamos un poco".
Más allá de los avances, Briatore no dudó en marcar públicamente que espera más del joven piloto. “Si Colapinto rinde, estará al volante. Si no, ya veremos. No sé si Franco se quedará toda la temporada, pero ya veremos. Depende de su rendimiento”, sostuvo con firmeza.
El próximo compromiso será en Silverstone, un circuito que le trae buenos recuerdos a Colapinto. Allí ganó una carrera de Fórmula 3 en 2023 y logró destacadas actuaciones en la Fórmula 2. Ahora, en su debut en F1 en ese trazado, buscará dar un paso adelante y acercarse al sueño de consolidarse en la categoría.
El contexto no lo ayuda: Alpine tiene, hoy por hoy, el peor auto de la parrilla, con serias dificultades de velocidad en las rectas y problemas de recarga de batería que los dejan expuestos frente a sus rivales. Pero dentro de ese escenario, Franco sabe que lo único que no puede permitirse es cometer errores propios.
El argentino no es el único en la mira. Paul Aron, el joven estonio cedido a Kick Sauber, realizará algunas sesiones de entrenamientos con el equipo y también es seguido de cerca por la estructura de Alpine. La competencia interna está planteada.
El panorama es claro: si Colapinto logra mantener la consistencia y evitar fallos importantes, su lugar estará asegurado. Pero si no logra afirmarse pronto, la decisión podría cambiar en cualquier momento. Silverstone será su próximo examen.