En Chiclayo existe un club llamado San Lorenzo, fundado el 28 de marzo de 1928. Su escudo, colores y espíritu están directamente inspirados en el conjunto de Boedo. De hecho, en su sitio oficial reconocen que eligieron ese nombre en homenaje al club argentino, que se había fundado apenas dos décadas antes.
Con el apodo de Los Santos del Cercado, el San Lorenzo chiclayano fue protagonista del fútbol local, llegando a disputar instancias finales de la Copa Perú en los años 60. Y como si todo esto fuera poco, su clásico rival es Boca Juniors de Chiclayo, equipo que también adoptó la estética y los colores del Xeneize. El llamado “Clásico Chiclayano” se juega en el estadio Elías Aguirre, con capacidad para 25.000 personas.
Aunque el equipo más conocido de la ciudad es Juan Aurich, que participó en la Copa Libertadores 2015 enfrentando, entre otros, a River Plate, el choque entre San Lorenzo y Boca Juniors de Chiclayo representa una versión local del superclásico argentino, teñido de historia, barrio y pasión.
Así, la elección de Robert Prevost como Papa no solo marca un cambio histórico en la Iglesia, sino que también deja una curiosa coincidencia futbolera que une, una vez más, religión y pelota.