Martín Carrizo lucha contra la esclerosis lateral: "Tuvimos que frenar el tratamiento porque ya no me quedaba más dinero"

Martín Carrizo lucha contra la esclerosis lateral: Tuvimos que frenar el tratamiento  porque ya no me quedaba más dinero

El baterista de ANIMAL, Gustavo Cerati y el Indio Solari, Martín Carrizo, no está dispuesto a bajar los brazos en su lucha contra la enfermedad.

Desde Miami, contó sus sensaciones y cómo surgió la idea de la fabricación de las remeras que diseñó junto a su hijo Benjamín.

En 2017 la vida de Martín Carrizo cambiaría para siempre. Primero debió anunciar que no podía acompañar desde arriba del escenario al Indio Solari en el show que el ex líder de los Redondos brindaría en Olavarría, debido a una dolencia que le impedía tocar la batería que tanto ama.

Luego se confirmó que ese malestar respondía a la esclerosis lateral amiotrófica (ELA), una enfermedad degenerativa de tipo neuromuscular que se origina cuando las células del sistema nervioso -llamadas motoneuronas- disminuyen gradualmente su funcionamiento y mueren, con lo que provoca una parálisis muscular progresiva.

Carrizo inició un tratamiento en Estados Unidos tras una campaña de recaudación que inició su hermana, Cecilia Caramelito Carrizo. En charla con Infobae, el músico contó que debió suspenderla porque se quedó sin dinero.

“Hace cinco semanas tuvimos que frenarlo porque ya no me quedaba más dinero para continuar”, narra el músico en diálogo con Infobae.

Es así como se puso en marcha la campaña “Volverá Martín”, que consiste en la venta de remeras de calidad diseñadas por el propio artista y su hijo.

"Hace cinco meses surgió un proyecto impulsado por Piura Pima y mi hijo Benja para fabricar unas remeras de colección. Esto nació de la necesidad de continuar con mi tratamiento acá, en Miami. El entusiasmo que me generó este proyecto hizo que de inmediato visualizara cómo serían estas remeras. Y quise reflejar momentos míos en la música: ANIMAL, Gustavo Cerati y el Indio Solari...", contó.

Y agregó: "Hace cinco semanas tuvimos que frenar el tratamiento porque ya no me quedaba más dinero para continuar. Por eso, otra vez voy a hacer un pedido de ayuda, pero esta vez con este maravilloso intercambio. Quien colabore conmigo se llevará una remera, que va a ser de colección y que fabricamos con tanta pasión".

Sobre su tratamiento, describió: "A la clínica voy cinco veces por semana, de las cuales tres de estas cinco me aplican eso que les conté en mis músculos: son un promedio de 120 inyecciones cada día, o sea 480 inyecciones por semana. Dios mío, soy un colador! La verdad es que duelen mucho, ya que mis pobres músculos están consumidos, debiluchos y asustados. Pero son tantas las ganas que tengo de seguir vivo y de cumplir muchos más sueños que me aguanto lo que sea".

Y finalizó: "Entonces tenemos reconstrucción y fortalecimiento de mis músculos en la clínica y reeducación del movimiento con Ariana, otra profesional impecable. Llena de ganas e ideas, cada vez que llego ella ya está con una idea nueva. Literalmente estoy en contacto con Amy, todo su equipo y Ariana, mi profe de pilates, de domingo a domingo a través del WhatsApp. Armamos una familia perfecta, digo perfecta porque esta familia la elegimos y no la heredamos".

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