Este jueves estrena -en muy pocas salas- una película de esas que, a primera vista, parecen estar destinadas a marcar una diferencia. “Muere Monstruo Muere”, el segundo film de Alejandro Fadel, se anticipa como una historia truculenta y a la vez ambiciosa, sumergida en los parajes solitarios de la Cordillera de los Andes. La estética -y la presentación- la vinculan directamente con “Mandy” (2018), de Panos Cosmatos, otra de las nuevas joyas del terror que fue celebrada por el público y la crítica (del género).