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Funcionamiento sí, triunfo no: Boca empató por Copa Libertadores y ahora piensa en su lucha con River

Santiago Cantenys
por Santiago Cantenys |
Funcionamiento sí, triunfo no: Boca empató por Copa Libertadores y ahora piensa en su lucha con River

Es tan importante la definición que protagonizará Boca el sábado por la Superliga como lo que representa la Copa Libertadores para su historia. En ese contexto el equipo de Miguel Angel Russo empató ante Caracas 1 a 1 con un equipo que tuvo solo dos titulares habituales (Esteban Andrada y Sebastián Villa). La falta de desequilibrio en los últimos metros, la impericia a la hora de definir y un error arbitral lo privaron de lo que hubiera sido una justa victoria.

En su debut copero Russo eligió un esquema 4 2 3 1 que tuvo detalles determinantes en cada línea, acciones que le dieron al dibujo inicial el funcionamiento buscado por el técnico bonaerense.

Los marcadores centrales Carlos Zambrano y Carlos Izquierdoz marcaron con fiereza al argentino Alexis Blanco, nunca lo dejaron girar e incluso llegaron hasta la mitad de la cancha para cumplir esa misión. Los laterales de Boca no ofrecieron creatividad en ataque (Emanuel Más subió mas que Leonardo Jara pero lo hizo con pases inofensivos).

Hubo un triangulo en defensa: Ivan Marcone fue el vértice mas adelantado con los centrales como base. Por el centro Caracas no preocupó. Si bien el mediocampista xeneize era tapado por Jorge Echeverría, Emanuel Reynoso descendía a su campo (generalmente por izquierda) a buscar el balón y le daba a Boca precisión en el primer pase. Agustín Obando no supo moverse para asociarse al cordobés, que por los pasillos internos desorientaba a la contención venezolana.

Nicolas Capaldo hizo un doble juego silencioso. Del centro a la derecha ayudo a Jara para tapar las proyecciones de Bernardo Añor y las diagonales de Richard Celis. En ataque pasaba la línea de Marcone y Emanuel Reynoso, así fijaba a su marca mas cerca del arco rival que del avance xeneize. En el complemento apareció por sorpresa en el centro en dos acciones, enfrentó al arquero en sendas oportunidades pero definió al cuerpo de Christian Ramirez.

El gol de Ramón Ábila quedaron claros los rasgos de los equipos: la jerarquía de Boca y la inocencia de Caracas. Villa recibió como ocho, tuvo tiempo para pensar y espacio para ejecutar, ningún rival lo incomodo y el lateral retrocedía mirando en lugar de atacar al rival. Ábila le marcó al colombiano la diagonal del punto del penal al primer palo y luego definió de primera y con zurda: golazo de Wanchope. Su marcador, Villanueva, lo perdió en el inicio de la carrera y luego no atinó a cruzarlo, se conformó con apoyarle el hombro en la espalda sin potencia.

La conexión Abila-Villa fue lo mejor de Boca en ofensiva; de hecho en el primer tiempo le anularon un gol a Wanchope tras asistencia del colombiano por un off Side que no existió. Debió irse al vestuario 2 a 0 el elenco visitante.

Nada cambió desde los esquemas en el complemento, pero si la actitud del equipo caribeño. Celis desde la izquierda (con diagonales al centro) y Hernandez por derecha (buscando la espalda de Mas) cambiaron en ataque y pusieron a prueba la confianza de Boca. Y tambaleó el seis veces campeón de América. En los primeros quince minutos cometió cuatro foules y Marcone fue amonestado, con esos tiros libres Caracas complicó a Boca.

Llego al empate Caracas de la única manera que podía teniendo en cuenta los recursos mostrados hasta ese momento: la pelota parada. Celis reaccionó mas rápido que Marcone a un pique alto y recibió el foul en la medialuna. Hernandez, con derecha, la colgó del ángulo izquierdo de Andrada. ¿Responsabilidad del arquero? No. La pelota estaba en el centro de la medialuna y el remate fue al palo del arquero que no vió partir el balón y lo tuvo encima ni bien superó el vallado (Caracas puso dos hombres delante de la pelota que obstaculizaron la visión del arquero de la selección argentina). Fue mérito de Hernandez por potencia y puntería.

Después del golazo venezolano los técnicos movieron las fichas. Pol Fernandez reemplazó a Villa, así Russo hizo descansar al colombiano que será titular ante Gimnasia y recuperó la pelota con el mediocampista. Julio Buffarini por Jara (fue titular por primera vez en la temporada y sintió el tramite) y Junior Alonso reemplazó a Zambrano (correcto debut del peruano que tiene muchas posibilidades de jugar el sábado en La Bombonera).

Noel Sanvicente sacó al inofensivo Jorge Echeverría por Ricardo Andreutti que ingresó de doble cinco para contener y ubicó a Celis más adelante junto a Blanco. El movimiento le quito conexión entre el mediocampo y el ataque, además Hernandez se cayó fisicamente. Caracas terminó el partido como lo comenzó: corriendo detrás de la pelota.

Boca finalizó el cotejo con buenos pasadores, como Fernández y Reynoso aunque sin desequilibrio en el borde del área. De esta manera la gran capacidad goleadora de ábila dejo de ser abastecida cuando salió Villa (Buffarini intentó pero no desbordó con claridad). En el último minuto hubo una excepción: se encontraron por el centro Pol y Bebelo que asistió a Wanchope. El nueve, que jugó su primer partido como titular en la era Russo, se sacó un defensor de encima pero definió de zurda y afuera. Hubiera sido justo el triunfo xeneize.

Quedó expuesta la riqueza del plantel de Boca ya que apeló a los suplentes para el debut por Copa Libertadores y el funcionamiento fue aceptable. También se apreció que al no poder correr de contragolpe (acción de juego que aprovechó Russo en la Superliga) deberá trabajar movimientos ofensivos ante equipos que lo esperan reduciendo espacios en propio campo (en el primer tiempo ante Colón también exhibió esa dificultad).

Con un punto de visitante por Libertadores y la cabeza liberada, ahora Boca piensa en enfrentar a Gimnasia por la Superliga. Y también en recibir a Diego Maradona, una prueba de carácter para un equipo que aspira a ser campeón de la Argentina en marzo y de América a fin de año.