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La Corte Suprema le otorga los derechos de “El Eternauta” a los herederos de Oesterheld, desaparecido en la dictadura

Patricia Blanco
por Patricia Blanco |
La Corte Suprema le otorga los derechos de “El Eternauta” a los herederos de Oesterheld, desaparecido en la dictadura

Héctor Germán Oesterheld, el guionista de la historieta más famosa de la Argentina, hubiera cumplido esta semana 99 años. Desaparecido por la dictadura junto a gran parte de su familia, sus herederos batallaron en la Justicia por los derechos de autor de la obra “El Eternauta”, que él gestó. Ahora, la Corte Suprema de la Nación decidió darles por ganada la pelea.

Según el fallo al que accedió A24.com, los jueces Ricardo Lorenzetti, Elena Higthon de Nolasco, Juan Carlos Maqueda, Horacio Rosatti y Carlos Rosenkratz (con voto propio) decidieron validar las palabras de la Procuración General y consideraron a los herederos de Oesterheld como legítimos titulares de los derechos de autor sobre “El Eternauta”.

Para ello, la Corte entendió que debía ser declarado nulo un contrato de cesión de derechos que suscribió la esposa del escritor, cuando se encontraba apremiada por su situación económica y afectada por la desaparición de su esposo y sus cuatro hijas durante el terrorismo de Estado.

La imagen de "El Eternauta" se convirtió en un ícono del kirchnerismo, impulsado por La Cámpora: la fusión del dibujo original con la cara del expresidente Néstor Kirchner inauguró la figura de "Néstornauta".

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Quién fue Oesterheld. La historia del guionista de El Eternauta, Ernie Pike y Monte Cinder es quizás una de las más brutales que dejó la dictadura militar. Intelectual y militante de Montoneros, Oesterheld fue secuestrado el 27 de abril de 1977, cuando ya habían sido desaparecidas dos de sus hijas.

Pasó por los centros clandestinos de Campo de Mayo y El Vesubio. Según contaron sobrevivientes en los juicios de lesa humanidad, Oesterheld era obligado a dibujar para los militares después de sesiones de tortura.

Para cuando llegó la democracia, la dictadura también se había llevado a sus otras dos hijas y a tres de sus yernos. Dos de sus hijas estaban embarazadas. La única sobreviviente fue su esposa, que integró Abuelas de Plaza de Mayo hasta que falleció en 2015.

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Pero si algo de Oesterheld siguió vivo fue precisamente su obra: El Eternauta, la historieta argentina serializada de ciencia ficción creada junto al dibujante Francisco Solano López. Contaba la trama de una invasión alienígena a la Tierra mediante una tormenta de nieve tóxica que acaba con la mayor parte de la humanidad pero que se encontraba con una resistencia: la población de Buenos Aires.

El conflicto legal. La historieta fue publicada a fines los '50 por la revista Hora Cero Semanal y difundida por Editorial Frontera, de propiedad de Oesterheld y su hermano Jorge Oesterheld. En 1975 el guionista dejó a sus imprenteros Rodolfo y Alfredo Seijas 360 páginas originales de “El Eternauta”. "El Eternauta II" fue lanzada en 1976.

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El 8 de julio de 1982, Elsa Sánchez de Oesterheld, por derecho propio y en carácter de administradora de los bienes sucesorios de su esposo, suscribió un contrato por medio del cual cedió los derechos de autor sobre la obra “El Eternauta I y II” en favor de Ediciones Record a cambio de 400 millones de pesos argentinos de entonces.

Pero en 1988, Sánchez de Oesterheld inició un proceso a fin de que se declarase la nulidad de ese contrato: dijo que no había podido comprender los alcances del acuerdo porque al firmar se encontraba en un estado de confusión y de precariedad económica a raíz de la desaparición de su esposo y sus cuatro hijas.

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Se abrió entonces un engorroso camino de demandas legales que duró 30 años. Entre 1994 y 1996 la justicia declaró nula la cesión que hizo en vida el guionista. Pero cuando Sánchez de Oesterheld y Solano López celebraron un contrato de edición con El Club del Cómic a fin de publicar El Eternauta: El mundo arrepentido, fue Ediciones Record la que fue a tribunales.

La justicia Civil y Comercial en primera y segunda instancia dijo que los derechos le pertenecían a la editorial. Pero el caso llegó a la Corte que le pidió opinión a la Procuración y hace dos semanas decidió entregarle a los herederos de Oesterheld la potestad sobre la obra.