Pochetti estaba detenida desde el 20 de octubre pasado; mientras que Gellert se entregó a la Justicia a fines de noviembre. Ambos habían sido aceptados como "arrepentidos" por Bonadio en la causa de los cuadernos de la corrupción.
La Justicia cree que Muñoz se quedó, al menos, con 70 millones de dólares que fueron invertidos en operaciones inmobiliarias en Miami y Nueva York, entre 2010 y 2015. Además, tanto Muñoz como Pochetti aparecieron en los Panamá Papers como accionistas de una off shore registrada en las Islas Vírgenes.
En su primera declaración en la causa, cuando la indagaron horas después de detenerla, Pochetti sostuvo que desconocía el origen de los fondos con los que su marido compró propiedades en Miami y nueva York. Sin embargo, consiguió convertirse en "arrepentida" al dar detalles importantes sobre la presunta ruta del dinero de su marido.