La mentirita

Anders Tegnell, el responsable del método sueco contra el COVID-19 que primero fue cuestionado y ahora luce como ejemplo

Anders Tegnell, el responsable del método sueco contra el COVID-19 que primero fue cuestionado y ahora luce como ejemplo

Anders Tegnell es la más famosa -y la más controvertida- de las figuras mundiales en el marco del combate contra el COVID-19. Al menos para Financial Times, que realizó una nota con este médico que es responsable de la estrategia sanitaria de Suecia y que, precisamente por eso, recibió innumerables críticas. El motivo: se opuso al método basado en confinamientos severos. No obstante, a partir de los resultados actuales, aquellos cuestionamientos ahora se tornaron elogios.

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El Financial Times, destaca el experimento sueco frente al COVID-19 (Foto: Financial Times)
El Financial Times, destaca el "experimento sueco frente al COVID-19" (Foto: Financial Times)

El periodista Richard Milne cuenta que, a principios del año, Tegnell era solo un burócrata de bajo perfil en un país de 10 millones de habitantes, responsable del departamento que recolecta los datos de la salud pública.

Pero decidió tomar un camino diferente al de casi todo el resto del mundo una vez que se decretó la pandemia. Desde un principio, recomendó mantener abiertas las escuelas, los restaurantes, los gimnasios. Lo opuesto al aislamiento total impuesto por China.

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El rostro de Tegnell, tatuado en el brazo como muestra de admiración( Foto: Financial Times)
El rostro de Tegnell, tatuado en el brazo como muestra de admiración( Foto: Financial Times)

Ahora, después de meses de controversia, hay algunas personas que, como muestra de admiración por su trabajo, se tatuaron su rostro.

Malos registros comparativos

Suecia llegó a ser el quinto país de Europa con el más alto índice de muertos per cápita. Diez veces más que sus vecinos de Noruega, la contracara en los países nórdicos.

Hasta el New York Times llamó a Suecia como el “estado paria y una fábula para el mundo entero”. Pero el paso del tiempo parece haberle dado la razón al especialista.

"Es una enfermedad con la que tendremos que lidiar mucho tiempo. Necesitamos un sistema acorde para eso", contó Tegnell, quien siempre creyó que para luchar contra el virus no bastaba una sola medida.

Suecia, en tanto, muestra ahora un pico de casos 90% más bajos que los de junio. Además, luego de cinco meses, menores que a los de Noruega y Dinamarca.

“Un martillo para matar a una mosca”

Esa fue la comparación elegida por Tegnell para ilustrar su oposición al confinamiento absoluto. “Abrir y cerrar la actividad es un desastre, lo mismo con las escuelas”, aseguró.

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Un restaurante repleto de clientes en Estocolmo( Foto: Financial Times)
Un restaurante repleto de clientes en Estocolmo( Foto: Financial Times)

“Se puede hacer una o dos veces, pero a la larga, la gente se cansa y la economía sufrirá mucho más”, agregó en referencia a las marchas y contramarchas que se ven en durante las cuarentenas estrictas.

En Suecia, poca gente usa los barbijos, que se han impuesto en todo el mundo. Sin embargo, el médico sueco dice que eso es solo una visión superficial, ya que hay restricciones que los ciudadanos de ese país cumplen como en otros lugares del mundo.

Su experiencia en África con enfermedades como el ébola lo marcaron como médico.“Allí comprendí la importancia de tener un buen sistema de salud pública. Todo debe funcionar en conjunto para lograr la mejor respuesta sanitaria”, reveló.

“Hielo en el estómago”

Cuando el mundo condenaba a Suecia pensó: “Es ahí cuando debes tener hielo en el estómago". Y agregó: “Debes sostener y creer en los efectos a largo plazo y no dudar rápidamente”.

Finalmente, advirtió lo que puede suceder cuando finalmente haya una vacuna: “Decir que volveremos a la vida que teníamos antes es un mensaje peligroso porque no va a resultar tan simple".

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