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Confirmado que cambia la hora: qué día hay que ajustar los relojes

El país se alista para el segundo cambio de hora del año, un ajuste que marca el fin del horario de invierno y la entrada al horario de verano

Redacción A24
por Redacción A24 |
Confirmado que cambia la hora: qué día hay que ajustar los relojes

El país se alista para el segundo cambio de hora del año, un ajuste que marca el fin del horario de invierno y la entrada al horario de verano. Aunque esta modificación busca aprovechar mejor la luz solar, también genera debates sobre sus efectos en la salud, la productividad y la rutina diaria de millones de chilenos.

Un nuevo adelanto en los relojes

El próximo sábado 6 de septiembre de 2025 a las 23:59 horas, los relojes deberán adelantarse 60 minutos. En la práctica, la medianoche pasará directamente a ser la 01:00 del domingo 7 de septiembre.

Este ajuste aplicará en todo el territorio continental chileno, con la excepción de Aysén, Magallanes y la Antártica Chilena, regiones australes que mantendrán su hora actual sin modificaciones debido a las particularidades de su ubicación geográfica y la distribución de la luz solar durante el año.

En el caso de los territorios insulares, como Isla de Pascua y las islas Salas y Gómez, el cambio se hará también el sábado 6 de septiembre, pero en un horario diferente: a las 22:00 horas locales.

¿Se adelantan o se atrasan los relojes?

La pregunta que muchos se hacen en cada modificación horaria tiene esta vez una respuesta clara: los relojes se adelantan una hora. Con este movimiento, Chile continental quedará bajo el huso horario UTC-3, mientras que Isla de Pascua se ajustará a UTC-5.

Este ajuste marca la entrada oficial al horario de verano, una etapa en la que los días se extienden y la luz natural dura más.

El objetivo del cambio de hora

El cambio de hora en Chile tiene una motivación principal: optimizar el uso de la luz natural. Al adelantar los relojes, las personas pueden aprovechar más horas de sol al final de la jornada, lo que se traduce en un ahorro energético y una mejor distribución de actividades.

Sin embargo, este argumento convive con críticas que cada año se hacen presentes. Diversos especialistas señalan que estas modificaciones pueden alterar el sueño, afectar el rendimiento laboral y académico, e incluso tener impactos en la salud mental de quienes tardan más en adaptarse a la nueva rutina.

Un estudio de la Sociedad Chilena de Medicina del Sueño advierte que el cuerpo humano necesita varios días para acostumbrarse a la modificación horaria, lo que puede generar insomnio, fatiga y dificultad para concentrarse en los primeros días posteriores al cambio.

Cómo afecta a la vida diaria

Más allá de la discusión técnica, el cambio de hora tiene consecuencias visibles en la vida cotidiana de los chilenos:

  • Transporte público: los horarios de buses, trenes y vuelos deben sincronizarse con el nuevo huso horario para evitar confusiones.

  • Escuelas y universidades: alumnos y docentes deben adaptarse al nuevo ritmo de sueño, lo que en ocasiones repercute en el rendimiento académico.

  • Trabajo: muchas empresas ajustan sus rutinas para aprovechar al máximo la luz solar, especialmente en rubros como la construcción y la agricultura.

  • Vida social: con más horas de luz en la tarde, actividades recreativas y deportivas encuentran un espacio más prolongado para su desarrollo.

Cómo ajustar la hora en celulares y dispositivos

En la era digital, los cambios de hora suelen aplicarse automáticamente en la mayoría de los dispositivos. Sin embargo, pueden presentarse casos en que la actualización no ocurra, por lo que es importante saber cómo hacerlo manualmente:

  • Android: ingresar a Sistema o Administración generalFecha y hora. Allí se debe desactivar Establecer hora automáticamente y Zona horaria automática. Posteriormente, ajustar manualmente la hora.

  • iPhone (iOS): ir a ConfiguraciónGeneralFecha y hora. Desactivar Definir automáticamente y modificar la hora de manera manual.

En cuanto a relojes inteligentes, consolas de videojuegos y electrodomésticos digitales, lo más recomendable es revisar las configuraciones de hora y fecha para verificar que se adapten correctamente al nuevo horario.

Una medida con historia

El cambio de hora en Chile no es nuevo. Desde hace décadas, el país ha mantenido un sistema de alternancia entre horario de verano e invierno, regulado actualmente por el Decreto 224.

Según esta normativa, el horario de verano comienza el primer sábado de septiembre y finaliza el primer sábado de abril del año siguiente. Este calendario establece de manera clara las fechas, evitando las confusiones que existían en años anteriores cuando el gobierno realizaba ajustes excepcionales.

De acuerdo con esta regla, el próximo cambio después de septiembre se dará el sábado 4 de abril de 2026, cuando se deberán atrasar los relojes una hora para volver al horario de invierno.

Impacto en la salud: ¿beneficio o perjuicio?

El debate sobre los efectos del cambio de hora no es exclusivo de Chile. En países como Estados Unidos y varios de Europa, las autoridades también han discutido la conveniencia de mantener esta medida.

Los defensores aseguran que el horario de verano fomenta la actividad física al aire libre, contribuye al ahorro energético y permite un mayor disfrute de la luz solar.

En cambio, los detractores subrayan que el ritmo circadiano —el reloj biológico interno del ser humano— se ve alterado, provocando problemas de sueño y de adaptación. En algunos estudios se ha encontrado incluso una mayor incidencia de accidentes de tránsito en los días inmediatamente posteriores al ajuste.

Regiones australes: una excepción justificada

Las regiones de Aysén, Magallanes y la Antártica Chilena no realizan cambios de hora, y la decisión se explica en su posición geográfica. En estas zonas, la duración de los días y las noches ya presenta variaciones significativas a lo largo del año, por lo que sumar un ajuste artificial en los relojes generaría más complicaciones que beneficios.

Por ejemplo, en invierno las jornadas de luz natural son muy breves, mientras que en verano se extienden durante varias horas. Mantener un horario estable facilita la vida cotidiana de los habitantes y de las actividades económicas de la región.

Qué opinan los ciudadanos

Cada vez que llega septiembre, el tema del cambio de hora se instala en las conversaciones familiares, en las oficinas y en las redes sociales. Algunos celebran la posibilidad de contar con tardes más largas, ideales para actividades al aire libre. Otros critican la medida, argumentando que la adaptación al nuevo horario es incómoda y perjudicial.

Lo cierto es que, año tras año, el cambio de hora en Chile se convierte en un ritual colectivo que genera opiniones divididas, pero que también forma parte de la identidad organizativa del país.

Mirada hacia el futuro

Aunque por ahora el Decreto 224 establece reglas claras, no son pocos los que sugieren revisar el sistema. Algunos expertos proponen que Chile adopte un solo horario fijo durante todo el año, evitando así los trastornos asociados al ajuste.

Otros señalan que los beneficios energéticos, si bien existen, hoy son menores debido al consumo moderno y la eficiencia de la tecnología, por lo que el cambio de hora ya no tendría el mismo impacto que hace décadas.

En este escenario, el debate podría reabrirse en los próximos años, especialmente si se suman más estudios que respalden los argumentos de quienes piden eliminar la alternancia.

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