La disyuntiva lo empuja a inscribirse en una terapia experimental contra la adicción digital. Desde ese punto, la película mezcla momentos de humor, enredos y situaciones absurdas que reflejan un dilema cotidiano en miles de hogares: cómo equilibrar el uso de la tecnología sin poner en riesgo los vínculos más cercanos.
Embed - No puedo vivir sin ti | Tráiler oficial | Netflix
Un elenco con acento hispano-argentino
Aunque se presentó como una producción “hecha en Argentina”, la película es en realidad una coproducción entre España y Argentina. El rodaje se llevó a cabo en varias ciudades españolas como Bilbao, Getxo, Santurtzi, Zamudio, Gatika y Madrid.
Además de Suar y Vega, el elenco incluye a figuras destacadas del cine español como Ramón Barea, Eva Santolaria, Clara Alonso, Álex Adrover y Luna Bengoechea. La presencia de estos actores le aporta frescura y un toque internacional a la comedia, que no se limita al público argentino sino que apunta a un mercado hispanohablante más amplio.
La dirección estuvo a cargo de Santiago Requejo, mientras que el guion fue escrito por el propio Requejo junto con José Gabriel Lorenzo. La dupla apostó por un humor cotidiano, con escenas que muchos espectadores pueden reconocer en su propia vida diaria, como el hábito de mirar el celular en la mesa o durante una conversación importante.
Adrián Suar: un papel que lo refleja más de lo esperado
Para Adrián Suar, este papel significó algo más que una actuación. El actor y productor argentino reconoció en varias entrevistas que se sintió muy identificado con la problemática central de la película.
“Yo también pasaba demasiado tiempo con el celular. Después de filmar, me propuse reducir el uso porque me di cuenta de que me estaba perdiendo cosas importantes”, confesó.
Ese espejo que encontró en su personaje le permitió darle un realismo especial a su interpretación. A diferencia de otras comedias románticas que apelan a situaciones exageradas, No puedo vivir sin ti tiene un tono más cercano, donde lo gracioso surge precisamente de la cotidianidad.
Un estreno que genera debate
Desde su llegada a Netflix, la película despertó opiniones diversas. Para algunos críticos, como los de La Nación, la comedia funciona gracias al carisma de Suar y el ritmo narrativo que imprime Santiago Requejo, aunque señalan que el guion no logra ser del todo innovador y en algunos momentos puede volverse repetitivo.
Sin embargo, más allá de las críticas profesionales, el público se muestra dividido entre quienes la disfrutan como una comedia ligera para el fin de semana y quienes valoran su mensaje reflexivo sobre la vida moderna.
En redes sociales, varios usuarios destacaron frases de la película que ponen en evidencia cómo el celular se transformó en un objeto casi inseparable, incluso en los momentos más íntimos de la vida familiar.
Uno de los puntos fuertes del lanzamiento es que la película está disponible en Netflix, lo que garantiza su llegada a millones de hogares en todo el mundo. La plataforma la incluye dentro de las categorías de comedia romántica y drama familiar, y se puede ver en calidad de hasta 4K.
Para los seguidores de Adrián Suar, la posibilidad de ver la película desde cualquier dispositivo representa un plus importante, ya que no todos los estrenos argentinos logran distribución internacional inmediata. En este caso, el formato de coproducción con España y el acuerdo con Netflix abrieron la puerta a un alcance global.
Más allá de su tono de comedia, la película propone reflexionar sobre un fenómeno cada vez más visible: la adicción al celular. Psicólogos y especialistas en conducta digital alertan desde hace años sobre los efectos negativos de la hiperconectividad: pérdida de atención, insomnio, ansiedad y, en muchos casos, deterioro en las relaciones interpersonales.
No puedo vivir sin ti aborda ese tema desde el humor, pero sin quitarle importancia. Al hacerlo, logra que el espectador se identifique y se pregunte: ¿cuánto tiempo estoy dedicando realmente a mi celular? ¿Cuánto de ese tiempo le estoy quitando a mi familia, mis amigos o incluso a mí mismo?
Ese trasfondo social convierte a la película en algo más que una comedia pasajera: la posiciona como una obra que dialoga con los problemas de la vida contemporánea.
En el terreno cinematográfico, no se puede negar que No puedo vivir sin ti sigue una fórmula conocida dentro de la comedia romántica: un conflicto cotidiano, un ultimátum de pareja, una serie de enredos y un desenlace que busca reconciliar a los personajes.
Lo novedoso está en el eje temático: la tecnología como obstáculo en la vida afectiva. Al trasladar ese conflicto al terreno del humor, la película logra ser accesible y cercana, aunque algunos críticos consideran que le falta riesgo narrativo.
De todos modos, el público que busca un filme ameno, con ritmo ágil y actuaciones carismáticas, encuentra en esta propuesta una opción más que válida dentro del catálogo de Netflix.