El jefe de Estado además indicó que, desde el 21 de julio, todas las personas de más de 12 años que quieran ingresar a "lugares de ocio y cultura" con más de 50 personas --cines, teatros, centros comerciales, hospitales, aviones y trenes-- deberán presentar un test negativo de Covid-19.
"Nuestro país se enfrenta a un aumento de la epidemia en todo nuestro territorio, tanto en Francia continental como en el extranjero", expresó Macron. Y consideró: "La situación está controlada, pero si no actuamos ahora el número de casos aumentará significativamente y provocará un aumento de las hospitalizaciones".
El número de nuevos casos en Francia se disparó a unos 4.200 al día, según las últimas cifras oficiales disponibles, aunque el número de decesos en los hospitales se mantiene bajo.
Mientras tanto en Inglaterra, a partir del próximo lunes, levantarán las últimas restricciones de la cuarentena impuesta desde mediados de diciembre pasado. No obstante, el primer ministro Boris Johnson avisó que la pandemia "aún no ha terminado y que la prudencia es absolutamente vital".
También, en ese país, dejará de ser obligatorio el uso de tapabocas en interiores y el distanciamiento social, decisiones criticadas por los especialistas en salud debido a la gravedad de la cepa Delta, que se encuentra en el país. Dentro de una semana, además, dejará de recomendarse el teletrabajo y se permitirá la reapertura del ocio nocturno: los teatros y estadios podrán recibir aforo completo.
Los nuevos casos diarios en este país treparon a 34.471, el tercero más alto desde mediados de enero después de los más de 35.000 y 37.000 censados el 6 y 7 de julio, atribuidos en un 99% a la variante Delta importada de la India.