Afortunadamente, la gente, aun los más desprevenidos, pudieron correr a tiempo. De acuerdo con un comunicado emitido por la Oficina de Cultura y Turismo del Condado de Fengyang, nadie resultó herido a pesar de lo que sugieren las imágenes que se viralizaron.
Los turistas más alejados pudieron grabar el derrumbe de las tejas del techo y su caída a los dos niveles del suelo. Todo el desmoronamiento provocó una gran nube de polvo y de allí, emergieron las figuras de personas que, afortunadamente, escaparon ilesas.
Ya se abrió una investigación oficial porque ese monumento acababa de ser sometido a un amplio proceso de restauración.
Qué es el monumento que se desmoronó en China
La Torre del Tambor Fengyang, fue construida en 1375. Se utilizaba para anunciar el comienzo de ceremonias y la hora del día. Aún hoy, es una de las torres de este tipo más grandes de China. La torre es una importante atracción turística en la provincia de Anhui, ubicada a unos 320 kilómetros de Beijing, la capital de China.
Pero el lunes, la tranquilidad en el lugar se rompió cuando cientos de tejas comenzaron a deslizarse del techo y a estrellarse contra el suelo, levantando una enorme nube de polvo gris parduzco. Lo que llamó la atención, más allá de tratarse de un incidente que no causó víctimas, es que el edificio acababa de ser sometido a un complejo proceso de restauración. Especialmente el techo, con sus tejas características.
El derrumbe se produjo después de la renovación de la torre. El edificio consta de dos partes: la base original de la torre de la era Ming y la torre que la corona. Los daños se produjeron principalmente en esta última, que fue reconstruida en 1995, según las autoridades locales. El condado de Fengyang es famoso por su historia y cultura, y fue la ciudad natal de Zhu Yuanzhang ,fundador de la dinastía Ming. Él supervisó una época próspera impulsada por un fuerte comercio internacional y una población en crecimiento. Casi 7 siglos más tarde, la torre afrontó una compleja restauración. Pero algo se hizo mal y solo por fortuna, no provocó una desgracia entre los turistas en el lugares.