El hombre lloraba, se llevaba las piernas al pecho y negaba con la cabeza, pero pese a esos claros signos de que estaba despertando y sentía el dolor, las autoridades intentaron seguir adelante con la ablación de órganos.
Una organización - sin fines de lucro - se encargaba de coordinar las donaciones de órganos en Kentucky ignoraron estos signos que se repitieron, por lo menos, en 350 casos. Una cifra que asusta. El diario New York Times publicó un informe a fondo para desenmascarar a esa institución de Kentucky.
Aberrante: "donación por muerte circulatoria"
El criterio universal para que se puedan extraer órganos para trasplante es el siguiente. Una persona debe dar un electroencefalograma "plano" (sin actividad) una vez. Se repite según un protocolo, dos veces más. Y entonces sí, ese cuerpo está en condiciones para la operación para tomar los órganos a trasplantar.
En este caso, se hizo de otra manera. Ilegal. Es forzar una práctica cada vez más común llamada "donación tras muerte circulatoria".
Estos pacientes tienen unas mínimas funciones cerebrales, pero si se los desconectara de la aparatología que los mantiene, morirían. A menudo, se encuentran en coma y no tienen chances de volver a su nivel de vida anterior. Entonces, si los familiares aceptan la donación, los empleados de una organización sin fines de lucro inician el proceso para el complejo ciclo para un trasplante de órganos. Pero este mecanismo, no es el recomendado y como se ve ahora, derivó en un extenso número de causas en la justicia.
institución denunciada por los trasplantes.jpg
La institución investigada en la justicia por llevar adelante operaciones para conseguir órganos para trasplantes de manera ilegal. (foto: Genitleza NYT)
Aunque despierten en el quirófano, la operación debe seguir
Como están sin posibilidad de sobrevivir por sí mismos, con el consentimiento familiar, comienza el proceso de la ablación. En estos casos, se supone que normas estrictas garantizan que ninguna extracción comience antes de la muerte ni la cause.
En Kentucky, la investigación reveló que los empleados de la organización presionaron repetidamente a las familias para que autorizaran la donación, asumieron indebidamente casos de los médicos e intentaron presionar al personal del hospital para que desconectara el soporte vital y permitiera la cirugía.
Incluso, en casos en que las personas daban indicios de tener aún consciencia y estar reaccionando. No importaba, ya no se podía parar la ablación de los órganos. En total, la investigación identificó 103 casos con "características preocupantes" y señaló que los problemas eran más probables en hospitales rurales.
las irregularidades de los trasplantes.jpg
irregularidades con los trasplantes, denunciados en los Estados Unidos. (Foto: A24.com)
Más de la mitad de los trasplantes gestionados por la organización de Kentucky provenían de pacientes con muerte circulatoria, una cifra superior al promedio nacional. Los reguladores federales informaron a la red la semana pasada que la organización de Kentucky debe aumentar la capacitación de su personal y realizar evaluaciones neurológicas a los posibles donantes de órganos cada 12 horas.
Uno de los casos que figuran en la denuncia es categórico: durante un examen, según los registros, un "donante" se retorcía en la cama. Estaba sedado para evitar que se moviera más. Para el personal que ya declaró en la causa, lo que sucedió luego fue equiparable a la "eutanasia" pero sin el consentimiento de la persona.
Otro hombre, de 36 años, tiene lesiones neurológicas persistentes. En entrevistas con el NY Times, dos exempleados de la organización de obtención de órganos afirmaron que sus superiores intentaron presionar al médico para que continuara con el intento de extracción, pero se negó.
“Si no hubiera sido por ese médico, sin duda habríamos seguido adelante”, dijo uno de los que ya declararon ante la justicia.