"El padrino" de la Inteligencia Artificial advierte sobre el peligro para la especie humana. (Foto: A24.com)
"Las máquinas con Inteligencia Artificial pronto serán más inteligentes que nosotros y eso es un grave problema". La frase la dijo Geoffrey Hinton, el británico experto en informática y desarrollador de este tipo de "inteligencia no humana". Por eso, en el mundo del conocimiento y la ciencia se lo llama "El padrino" de la Inteligencia Artificial.
En medio de todas las advertencias sobre su evolución sin ningún tipo de control," el padrino" acaba de dar otra advertencia muy significativa: renunció a continuar trabajando en Google justamente por el peligro de una situación sin retorno cuando haya máquinas más inteligentes que el hombre.
Hinton, de 75 años, dijo que muy pronto eso será una realidad que pondrá en serio riesgo la supervivencia del ser humano. ¿Qué sucederá cuando miles de máquinas al instante, gracias a la Inteligencia Artificial, tengan su propio conocimiento y tomen decisiones que ya no podamos controlar?", lanzó como una advertencia final.
Geoffrey Hinton trabajó en Google desde 2013. Pero presentó su renuncia porque vio, como pocos, el peligro que tiene en sus manos. Y nada se ajusta más a la realidad porque él ha sido uno de los hombres que más contribuyó al desarrollo de la Inteligencia Artificial. Aunque suponer qué puede pasar cuando las máquinas piensen por sí mismas y ya no puedan ser controladas, decidió dar un enorme paso al costado, con una advertencia que no debe ser ignorada.
Hace pocos días, en el New York Times escribió una carta en donde anunciaba su decisión de retirarse de Google y el proyecto "Bard", la máquina con I.A. (Inteligencia Artificial) que desarrolla para competir con ChatGPT.
Hinton dice que estamos por pasar un punto de "no retorno". Por el momento, el hombre sigue siendo más inteligente que la máquina, a pesar de la evolución de Chat GPT3 y la evolución 4. Pero solo es cuestión de tiempo y esto se ha acelerado. "El padrino" creyó que podría darse en 30 o 50 años, aunque ya no será así sino mucho antes. Y ese es el peligro. No habrá tiempo para establecer control alguno o limitaciones si no se actúa de inmediato.
Las máquinas podrán replicarse inmediatamente, en serie, como cualquier computadora o aparato. Solo que la I.A. irá "aprendiendo" y un día, podrá tomar decisiones en las que ya no necesitará "consultar" al ser humano.
Entonces Geoffrey Hinton hace este razonamiento que atemoriza: "Todas estas copias pueden aprender por separado pero compartir su conocimiento al instante. Así que es como si tuviera 10,000 personas y cada vez que una persona aprendiera algo, todos lo supieran automáticamente. Los chatbots sabrán mucho más que cualquier persona".
Las máquinas, en muy poco tiempo sabrán más y podrán hacer inferencias mejor y más rápido que la suma de las "mejores mentes humanas". ¿Qué pasará entonces? ¿Y si deciden que el ser humano es un estorbo?
Es la variante igualmente compleja del mismo problema. Hinton plantea que puede suceder si la Inteligencia Artificial es desarrollada por personas sin ningún escrúpulo o límite. Por ejemplo, un dictador. Con un ejército de máquinas con I.A. sería capaz de querer controlar todo lo que se le ocurra: ideas, a opositores, a otros países o al planeta entero.
Pero también llevaría en sí mismo una "caja de pandora". Las máquinas podrán tener sus propios "subobjetivos", diferentes a las de su "amo". No responderle más y hasta decidir eliminarlo.
Es el momento de actuar en defensa de la humanidad, reclama.
En el año 2018, Hinton ganó - de manera compartida - el premio Turing. Lleva ese nombre en honor del también británico Alan Turing, responsable de sistematizar los algoritmos en la computación. Es considerado como si fuera un premio Nobel a la informática y la computación. Con todo ese bagaje, una de las personas más admiradas en el mundo dijo "basta".
Su manera de ver a su propio desarrollo es sumamente preocupante.
"En este momento, lo que estamos viendo son cosas como que GPT-4 eclipsa a una persona en la cantidad de conocimiento general que tiene y la eclipsa por mucho. En términos de razonamiento, no es tan bueno, pero ya lo hace", advierte sobre un futuro que espera a la vuelta de la esquina.
Este día, Elon Musk, volvió sobre otra recomendación en el mismo sentido. El megamillonario creó la empresa en la que se desarrollo Chatbot. Pero abandonó OpenAI de manera similar al paso que acaba de dar Hinton. Musk participó de la carta firmada por 1.000 personalidades que pedía detener por seis meses el desarrollo de los diferentes tipos de I.A. para introducir límites o umbrales para no caer en el peligro del descontrol. Pero acaba subir el grado de alarma: aun con el acuerdo para estos parámetros de autorregulación, el riesgo de liberar a un monstruo ingobernable ya está latente.
Es lo que cualquier padre espera de sus hijos o el maestro de sus alumnos. Que algún día los superen. Esto ya está pasando y dentro de poco será por completo. Solo que esta vez puede ser como dar vida a la peor pesadilla para la especie humana: haber creado el instrumento para su propia extinción.
"Dada la tasa de progreso, esperamos que las cosas mejoren bastante rápido. Así que debemos preocuparnos por eso", previno "El padrino" y cerró la puerta de Google.
