Sorpresa sin regreso

Simuló ser mujer y tuvo 1.600 relaciones sexuales con otros hombres a los que grabó sin permiso

Un hombre logró confundir a otros 1.600 que estaban muy entusiasmados teniendo una relación íntima con una mujer. Pero era él, muy bien caracterizado para que nadie percibiera ninguna diferencia. Todo quedó grabado.

Roberto Adrián Maidana
por Roberto Adrián Maidana |
Un curioso engaño hizo que 1.600 hombres tuvieran relaciones sexuales inesperadas. (Foto: Cuenta de X de TEArg)

Un curioso engaño hizo que 1.600 hombres tuvieran relaciones sexuales inesperadas. (Foto: Cuenta de X de TEArg)

"La vida te da sorpresas", dice la canción. Pero ésta, seguro que no se la esperaban. Sobre todo, por el alto número de personas engañadas. Nada menos que 1.600 hombres. Y la razón es también escandalosa o sorprendente: tuvieron relaciones sexuales con el hombre pensando que era una mujer. Cayeron en su trampa.

Esos 1.600 hombres participaron de encuentros sexuales, convencidos de que estaban con una mujer en una relación íntima. Para peor, los grabó y distribuyó en secreto online el jugoso material que recolectó con cada uno. Pero si la técnica para este engaño masivo fue excelente, lo perdió una frase común en el mundo del crimen: "El delincuente siempre quiere que se sepa quién fue al dar un gran golpe".

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Un buen truco, que falló por mostrarlo en las redes

Este extraño personaje tiene 38 años. Mientras se la pasaba disfrazado de mujer, un hombre tras otro, no pudieron notar la diferencia: se fueron seguros de haber tenido un encuentro con una mujer. Así acumuló 1.600 engañados. Pero quiso presumir y no tuvo mejor idea que subir los videos en algunas redes sociales. Y pasó lo que era de esperar. Muchos de los hombres se reconocieron en esos videos. Ahí comprendieron el engaño y decidieron actuar contra el "farsante".

Claro que tuvieron que ser muy precisos para buscar el modo de atraparlo. Contar que por "error" se acostaron con un hombre, a esta altura del siglo XXI, no le interesa a nadie. Y tampoco suena muy creíble. Pero una de las víctimas encontró la llave que buscaba: pidieron que se lo identifique por difundir material íntimo en las redes sin ninguna clase de permiso. Eso era muy fácil de demostrar: entre otras cosas, el hombre, devenido en mujer y realizador, jamás les advirtió que estaba grabando cada encuentro.

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Estos videos fueron subidos a grupos privados en línea, donde, según averiguó la investigación judicial, los usuarios pagaron una suscripción de 150 yuanes (aproximadamente 20 dólares) para acceder al contenido. Parece poco, o no era muy bueno el material o quería estar seguro de recaudar muchas suscripciones.

El sospechoso afirmó haber filmado actividades sexuales con más de 1.600 personas y por esa alta cantidad, fue lógico que algunas víctimas descubrieron las imágenes suyas filtradas a las redes y presentaron las denuncias ante las autoridades. Los engañados reconocieron que no pagaron por esos encuentros. El autor del engaño confiaba en el dinero que ganaría gracias a los videos en las redes sociales.

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Los encuentros que grabó con 1.600 hombres, los subió a las redes sociales. (Foto: Captura de TV)

Los encuentros que grabó con 1.600 hombres, los subió a las redes sociales. (Foto: Captura de TV)

La Policía detuvo al hombre que fingió ser una mujer

La policía local detuvo al sospechoso. Sucedió en Nanjing, una ciudad en el este de China, a 1.000 km de la capital, Beijing. Acusado del delito de difundir imágenes sin consentimiento y, además, de contenido pornográfico (otro delito).

Se había hecho conocido en las redes sociales chinas bajo el alias "Tío Rojo", pero su "éxito" llegó hasta Tailandia. Allí era conocido como "Hermana Hong" debido al nombre que usaba en sus perfiles en línea.

Las autoridades afirman que el hombre solía usar maquillaje recargado, pelucas y faldas largas para asumir una identidad femenina, atrayendo a hombres desprevenidos a su residencia privada. Una vez allí, presuntamente instalaba cámaras ocultas para filmar los encuentros sin el consentimiento de las víctimas.

Pero como sucede con cualquier imagen que llega a la web, frenar su difusión es imposible. Ni siquiera en el policíaco estado chino. A pesar de las advertencias policiales contra la difusión de material explícito, los rostros de muchas víctimas siguen circulando en línea, con informes de que varias fueron identificadas por amigos, familiares o incluso sus parejas.

Según la legislación china, la distribución de material pornográfico conlleva una pena máxima de dos años de prisión. El sospechoso también podría enfrentar cargos adicionales por violar la privacidad y los derechos de imagen de las personas involucradas.

El "Tío Rojo" tiene todo para perder. No solo por no respetar la privacidad de la imagen. Tampoco por difundir material considerado pornográfico. En China, puede pasar varios años en la cárcel porque las relaciones homosexuales son un delito.