Tanto Volodimir Zelensky como Vladimir Putin hacen el mismo análisis, pero en sentido contrario. A casi 7 meses del conflicto, los dos se ven avanzando en la guerra entre Rusia y Ucrania.
Ucrania asegura que recuperó Járkov, la segunda ciudad del país (foto: Gentileza National Geographic)
Tanto Volodimir Zelensky como Vladimir Putin hacen el mismo análisis, pero en sentido contrario. A casi 7 meses del conflicto, los dos se ven avanzando en la guerra entre Rusia y Ucrania.
El presidente de Ucrania dijo que gracias al apoyo que sigue recibiendo desde Estados Unidos y la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte), Kiev pudo recuperar en el último mes unos 3.000 kilómetros cuadrados en el este del país.
Por su parte, Vladimir Putin ratificó que el plan sigue como se imaginó cuando comenzó la invasión el pasado 24 de febrero.
Para el gobierno de Kiev, la contraofensiva ha dado resultados en el último mes de combates. Acaban de proclamar la recuperación de la ciudad de Járkov, de 1,5 millones de habitantes.
La ciudad es el límite oriental hasta donde llegó el avance ruso que ingreso desde el Donetsk. Para Ucrania es muy importante porque corta el suministro de víveres a la zona de ocupación rusa. Ahora, solo pueden llegar refuerzos, municiones y alimentos desde la frontera oriental con Rusia.
Toman con confirmación de su victoria los anuncios hechos desde Moscú: "Las tropas se reagruparán desde las zonas de Balaklia e Izium hacia la región de Donetsk”, detalló el portavoz del ministerio de defensa ruso, Igor Konashenkov, en diálogo con la prensa.
Al mismo tiempo, Kiev ha acusado a Moscú de bombardear instalaciones eléctricas para dejar sin luz a esa ciudad y a las poblaciones vecinas. Los gobernadores de las zonas afectadas sostienen que se trata una venganza de Rusia por las derrotas en el campo de batalla en los últimos días.
Desde el Kremlin se da una visión contrapuesta. El vocero Dmitri Peskov declaró que nada ha apartado a Rusia del plan establecido desde el comienzo de las hostilidades. "La operación militar especial prosigue y continuará hasta que se alcancen los objetivos inicialmente fijados", remarcó como réplica de las expresiones del fin de semana del presidente de la Federación rusa, Vladimir Putin.
Sin embargo, los ataques de Rusia parecen volverse cada vez más violentos en la medida que la resistencia de Ucrania no cesa y se mantiene gracias al apoyo de los países occidentales. El secretario de defensa de los Estados Unidos anunció recientemente que su país dará casi 1.000 millones de dólares adicionales en armas para la defensa de Ucrania.
El gobierno de Kiev volvió a denunciar a Rusia por la utilización de bombas incendiarias, prohibidas por la convención Ginebra (que regula las leyes que aún deben respetarse en una guerra).
Las bombas estallan en el aire, antes de tocar el suelo. Al entrar en contacto con el oxígeno se produce una innumerable cantidad de pequeñas explosiones y llamas que generan gran calor, provocan destrucción y quemaduras gravísimas en las personas.
Kiev dice que esto es una represalia desesperada por haber perdido una zona que es un importante nudo de comunicaciones y clave para el abastecimiento de las tropas rusas.
La guerra lleva ya 7 meses y medios de combates. Ambos países en disputa proclaman a diario avances sobre el terreno. Así, la posibilidad de una tregua sigue lejos.