Una concentración de hinchas que sorprendió al mundo
El fútbol es el deporte más popular del mundo. Cada vez que un país obtiene un logro como ser campeón mundial, los festejos y celebraciones sacuden a las ciudades de los vencedores. El paseo de los campeones está acompañado por multitudes.
Pero lo que sucedió en la Argentina no tiene punto de comparación. Desbordó cualquier cálculo de la seguridad, pero también sorprendió al periodismo mundial.
Los relatos alternaron una y otra vez esa marea humana que acompañó al micro de la Scaloneta. Mientras otros millones de personas aguardaron sobre la autopista 25 de mayo, la Avenida 9 de julio de punta a punta, la Plaza de Mayo y los demás puntos que figuraban en el recorrido triunfal original.
Tuvo un especial momento cuando se precipitó el final, con los cambios de recorrido y el vuelo en helicóptero de los jugadores por la ciudad hasta el predio de Ezeiza.
Los cronistas extranjeros, "invitados" a la fiesta de todos
Muchos medios extranjeros tienen cronistas acreditados de manera permanente en nuestro país. Otros se sumaron para cubrir este acontecimiento único en la historia del fútbol y de la Argentina. Cronistas alemanes, franceses y de otros lugares de Europa se encontraron rodeados de hinchas argentinos que decidieron "sumarlos" al festejo.
Los abrazaron, los hicieron cantar por la Argentina, los hicieron saltar y los bañaron con la espuma que tiñó a millones de argentinos en un día martes que jamás olvidaremos.
Incluso, los cronistas británicos no tuvieron más remedio que saltar y reír ante el inevitable: "el que no salta es un inglés".
La fiesta duró más de un día. Hubo miles de personas que se quedaron en los alrededores del predio de la AFA en Ezeiza o en torno al obelisco desde el lunes a la tarde. Cuando se supo que la selección campeona del mundo llegaba pasada la medianoche del martes.
La caravana, marcada con un inicio para el martes a las 12 no hizo más que alentar a millones de argentinos para movilizarse. Nadie quiso perder la oportunidad de festejar con Messi y la Scaloneta la tercera copa mundial, después de una abstinencia que duró 37 años.
Lo de este martes, la celebración plena e impresionante ya está en la historia. Nuestra y del mundo.