Ante esa situación, un grupo de médicos que tratan el caso del futbolista resolvieron que lo ideal era repetir los estudios para poder tener un diagnóstico más preciso.
Este jueves, Lo Celso se sometió a las pruebas correspondientes y el panorama resultó ser más complejo: el jugador del Villareal tuvo un desprendimiento en el músculo, pero si bien está en instancias de ser operado, algo que el Tottenham -dueño de su pase- quiere, el futbolista no quiere pasar por el quirófano, ya que sabe que si eso sucede se pierde el bajo porcentaje que tiene para estar en la próxima Copa del Mundo que comienza el 20 de noviembre.
El volante pretende realizar un tratamiento de rehabilitación, ya que está aferrado a aquella alternativa como última esperanza, pero Lionel Scaloni y el cuerpo técnico de la Selección Argentina ya están al tanto de su situación y entienden que es muy difícil que Gio esté en la cita mundialista, dado que de realizarse dicho tratamiento que desea, de todas formas, se perdería los primeros partidos de la Copa del Mundo.