Antes de la semifinal contra Los Pumas en el Mundial de Francia, los All Blacks realizaron su Haka como es tradición antes de cada partido, con el objetivo de infundir temor en sus oponentes desde el inicio del enfrentamiento.
Antes de la semifinal contra Los Pumas en el Mundial de Francia, los All Blacks realizaron su Haka como es tradición antes de cada partido, con el objetivo de infundir temor en sus oponentes desde el inicio del enfrentamiento.
Cada vez que los neozelandeses ejecutan este baile maorí, sus adversarios lo reciben con respeto, creando así una atmósfera única en cada estadio. Esto se suma a otros momentos emotivos, como la interpretación de los himnos nacionales de ambos equipos. En el Stade de Saint Denis, Aaron Smith lideró la ejecución del Haka, siguiendo la costumbre que habían mantenido a lo largo del campeonato.