Con ese argumento, solicitaron su inmediata liberación y, de forma subsidiaria, propusieron alternativas como el arresto domiciliario o el traslado a otro tipo de institución. No obstante, los jueces rechazaron el planteo al considerar que el caso se enmarca dentro de una situación de “extrema gravedad”, tal como establece el artículo 64 de la Ley 13.634 de la provincia de Buenos Aires.
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El reclamo de justicia por Kim.
Qué dice la ley y por qué se sostiene la detención del menor
El artículo citado por los magistrados permite como excepción la restricción de la libertad para menores no punibles, sólo cuando los hechos sean de extrema gravedad. La participación en el robo que terminó con la muerte de una niña de apenas siete años fue determinante para considerar que el caso cumple con esas condiciones excepcionales.
Tanto la jueza que dictó la medida como la Cámara de Apelaciones que la confirmó coincidieron en que el delito reviste una gravedad suficiente como para justificar una medida de seguridad de este tipo, aún en un menor que legalmente no puede ser juzgado como adulto.
Una particularidad del fallo fue que los jueces de Casación mantuvieron una entrevista personal con el joven en el centro donde se encuentra alojado. La visita formó parte del procedimiento de evaluación previo a tomar una decisión definitiva. Según indicaron, también analizaron informes interdisciplinarios que aportaron una mirada integral sobre la situación del menor.
Los reportes detallaron que el chico actualmente cursa el tercer año del secundario dentro del instituto, mantiene un vínculo constante con su madre —quien lo visita semanalmente— y participa de espacios de reflexión con profesionales de la salud mental.
Por qué se mantiene la medida a pesar de su edad
Aunque el acusado tiene 14 años —edad a la que la legislación argentina lo define como inimputable—, la jurisprudencia permite aplicar medidas excepcionales cuando se busca garantizar su resguardo y el de terceros. En este caso, la gravedad del delito y la necesidad de un seguimiento institucional especializado hicieron que se descartaran alternativas como el arresto domiciliario.
Además, el hecho de que el chico esté siendo acompañado por equipos profesionales y que haya evidencia de una mejora en su actitud, refuerza la idea de que el instituto de menores no funciona únicamente como un lugar de encierro, sino como un espacio de intervención y reparación.
La resolución de la Cámara de Casación bonaerense podría sentar precedente sobre cómo proceder en casos similares donde menores inimputables están involucrados en delitos de altísima gravedad. En este escenario, el artículo 64 de la ley provincial cobra un peso relevante como herramienta jurídica para aplicar restricciones en contextos excepcionales, aún cuando el acusado sea un niño o adolescente.