La ciudad de San Miguel, provincia de Buenos Aires, vivió este fin de semana un día de furia y violencia. El hecho se desencadenó cuando un colectivo de la línea 740 se desvió de su recorrido habitual por una calle que se encontraba cerrada. En ese momento, rozó a un auto que se encontraba en la zona y el dueño le destruyó los vidrios con una barreta.